Me produce pesar constatar una y otra vez el daño premeditado que le hacen los padres a sus hijos. Bajo el pretexto de preocuparse por su bienestar, lo único que hacen es servirles la mesa para que acumulen desgracias en sus vidas.

En estos tiempos no pocos padres confunden el amor con la castración. Es decir, en nombre del amor y confianza que dicen tenerles a sus hijos, les fracturan su seguridad, debilitan su autonomía, imposibilitan su independencia, y con ello los convierten en seres débiles e inseguros, temerosos de hacer las cosas por sí solos o altamente transgresores, dependientes de que otros les arreglen las cosas que ellos no se atreven a encarar.

Hace unos años el departamento de policía de Houston, Texas, publicó un curioso panfleto titulado: “Cómo criar hijos delincuentes” con una lista de 7 reglas cuyo contenido decía lo siguiente:

1. Déle a su hijo todo lo que pida. Pensará que tiene derecho a obtener todo lo que desea.
2. Ríase cuando su hijo diga malas palabras. Crecerá pensando que irrespeto es divertido.
3. Jamás reprenda a su hijo por su mal comportamiento. Crecerá pensando que no existen reglas en la sociedad.
4. Recoja todo lo que su hijo desordena. Crecerá creyendo que otros deben hacerse cargo de sus responsabilidades.
5. Permítale ver cualquier programa en la televisión. Crecerá creyendo que no hay diferencias entre ser niño y ser adulto.
6. Dé a su hijo todo el dinero que pida. Crecerá pensando que obtener dinero es fácil y no dudará en robar para conseguirlo.
7-Póngase siempre de parte de él, contra vecinos, maestros y policías. Creerá que lo que él hace siempre está bien y sin los otros los que están mal.

Al final había una nota que decía: “Siguiendo estas instrucciones le garantizamos que su hijo será un delincuente y nosotros tendremos una celda lista para él.”

En ese momento, sus padres-guardaespaldas ya no se podrán ocupar de arreglar cualquier impase que se geste en el camino ni cubrirlo con el manto de impunidad que lo cubrió durante toda su infancia y adolescencia. Será tarde.

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