En la evaluación censal de profesores del 2007 el 15% aprobó matemáticas y 33% comprensión lectora. El efecto combinado de ambos dio 5% de aprobados. De allí que era un resultado esperado que los cerca de 9.000 aprobados de la evaluación de esta semana representara el 5% de los 180,000 postulantes. Si se sigue la curva decreciente de logros, es razonable que muy pocos saquen 14 o más, y así fue. Solo pasaron 151. El Gobierno tiene ahora dos problemas. Uno político, porque no va a poder cubrir el 99% de las plazas presupuestadas para nombramientos. El Sutep aducirá incompetencia de ESÁN para evaluar y una intencionalidad perversa del Ministerio de Educación para no nombrar a maestros y justificar la incorporación a la docencia de profesionales que no provienen de la pedagogía. El otro es técnico. Los 250.000 profesores que están nombrados tienen similares grados de calificación que estos postulantes, de los que el 95% está desaprobado para ejercer la docencia. Sin embargo, está nombrado y ejerce la docencia. ¿Qué calidad de enseñanza se espera de estos profesores? ¿Cómo se elevará rápidamente su capacidad docente para asegurar que ningún niño peruano esté en manos de un maestro de matemáticas que no sabe matemáticas o de uno de comunicación que no sabe lenguaje? El Gobierno debe dar respuestas precisas a estas interrogantes. El actual sistema de capacitación de 220 horas que atendió a 35.000 profesores en el 2007 y 75.000 este año es notoriamente insuficiente.