Para los admiradores de las reformas chilenas, bien vale la pena que le echen una mirada a los aún limitados resultados educativos concretos obtenidos por el millonario “Huascarán” chileno, que allá se denomina “Red Enlaces”.
No pretendo en absoluto desacreditar los avances de la educación chilena, que indiscutiblemente la han colocado por encima de la educación peruana. Pretendo tan solo ayudar a las autoridades peruanas a desmitificar las estrategias seguidas por países como Chile o Costa Rica, que son los paradigmáticos para los organismos internacionales, de modo que cuando se tomen decisiones se haga con el menor riesgo de malgastar los escasos recursos que tenemos para catapultar nuestra educación.
Ernesto Laval y Enrique Hinostroza, del Instituto de Informática Educativa de la Universidad de la Frontera de Temuco, región pobre del sur de Chile, publicaron en la revista Techknowlogia de julio 2002 una reseña de la “Red Enlaces” cuya instalación como proyecto piloto se inició en 1992 en 3 colegios de Santiago, se extendió en 1993 a Temuco y hasta 1995 a un total de 100 colegios primarios en todo el país. A los colegios se les dotó de computadoras, software, impresoras, modems, conexiones a internet y capacitación para los profesores. A partir de 1995 empezó a extenderse paulatinamente a todas las escuelas primarias del territorio chileno y se inició la expansión a la secundaria, contando con el soporte técnico y profesional de más de 24 universidades en todo el país que para este fin establecieron convenios con el Ministerio de Educación.
Para el año 2002 los chilenos han logrado que más de 7,300 colegios de primaria y secundaria estén incorporados a “Red Enlaces”, teniendo a 80,000 maestros (70% del total) capacitados durante 3 años a razón de 20 por colegio. Se entregaron 51,000 computadoras con equipos multimedia, impresoras, modems, dando un ratio de 42 estudiantes por computadora. También entregaron software con procesadores de textos y programas utilitarios, programas gráficos y programas educacionales para temas como el cuerpo humano, espacio, ciencia, matemáticas, geometría, experimentos científicos, historia chilena, historia universal, geografía, literatura, música, arte, drama, física, química, medio ambiente, etc. Se crearon páginas web educativas chilenas para servir de soporte a profesores y alumnos. En secundaria se puso especial énfasis en el uso de la tecnología de la información como un tema transversal, es decir no como un curso separado sino dando soporte a los cursos de matemáticas, lenguaje y ciencias.
También se conectó a los colegios a una red local y se les dio acceso libre e ilimitado a internet. Para ello la Telefónica de Chile CTC firmó un acuerdo con el gobierno por el que donó las líneas telefónicas, las cuentas de email y el acceso a internet por 10 años, en aquellas ciudades donde estuviera operando. Con este programa “Red Enlaces” ha logrado abarcar al 72% de los colegios, cubriendo al 97% de la población estudiantil estatal.
El estudio cita como resultados positivos en los alumnos (aunque sin cuantificar) una mejora en su capacidad de leer y comprender textos, elevación de la autoestima y mejora de su creatividad y capacidad de concentración, producto de una mayor motivación y orgullo de los alumnos por participar en un nuevo proyecto.
Por su parte para los profesores ser parte de “Red Enlaces” es una fuente de orgullo que les abre las puertas para el desarrollo profesional y para el sistema es un ingrediente de equidad porque pone a los colegios pobres en condiciones de acceder a una tecnología a la que de otra manera jamás podría acceder. Sin embargo los profesores estaban preocupados por la sobre carga de trabajo no remunerado por participar en el proyecto.
En sus reflexiones finales los autores sostienen que si bien se ha dado un gran avance con introducir la tecnología a la cultura escolar, no ha sido realmente incorporado a la práctica docente en el aula. Diversos equipos están trabajando para encontrar las claves por las cuales se puedan desarrollar las habilidades verbales y numéricas básicas con apoyo de la tecnología, tratando de contestar la pregunta dónde y cómo puede la tecnología ayudar al proceso de enseñanza y aprendizaje dentro de cada disciplina.
Esto reitera lo que he sostenido en artículos anteriores. Una cosa es brindar acceso universal a las computadoras e internet, y otra cosa es asumir que los softwares educativos mejorarán el rendimiento de los alumnos en matemática o lenguaje, que es donde estamos muy mal. Esto se debe tener muy presente antes de gastar los recursos del “Huascarán” en los aspectos más inciertos del plan.