El tema de la desnutrición general y la infantil crónica en particular tiene una enorme importancia para el crecimiento sano y el desarrollo de las potencialidades de los 500,000 niños que año a año nacen en el Perú. Por lo tanto el gobierno tiene que ser muy ambicioso en diseñar las políticas y metas que se propone tendientes a eliminar la desnutrición. Contextualicemos el tema a partir de un par de noticias sobre el tema. Noticia 1: Cada año mueren en el mundo once millones de niños menores de cinco años por problemas de nutrición, pero hasta siete millones de ellos podrían salvarse con medidas «muy simples», según el especialista chileno Ricardo Uauy. «Una lactancia materna exclusiva y una buena nutrición de la madre evitaría la muerte de esos niños», dijo a Efe Uauy, presidente de la Unión Internacional de Ciencias de la Nutrición y coordinador del I Congreso Mundial de Nutrición, que se celebrará en Barcelona (España) los días 28 y 29 de septiembre. Actualmente, subrayó, está comprobado que si se hace un seguimiento a las madres y se las alimenta bien durante el embarazo y se alimenta bien a los niños durante sus primeros tres años de vida, no tendría por qué haber diferencias de desarrollo entre los niños de Guatemala, EEUU o Brasil. (24 horas Santiago, Chile, EFE 15 sep 2006) Noticia 2: “En este país el 50% de los niños menores de 5 años y el 32% de las mujeres en edad fértil, padecen anemia por falta de hierro”, advirtió la nutricionista de Grupo Bimbo, Cecibel Aparcana Espinoza, al precisar que el hierro es uno de los nutrientes menos presentes en la alimentación de los peruanos. Según señaló, esta carencia ocasiona fatiga y problemas de concentración, lo que disminuye la capacidad intelectual de la población. Ocurre que en el Perú, la deficiencia de micronutrientes, es decir de vitaminas y minerales, ocasiona problemas de salud pública de manera resaltante en los grupos vulnerables tales como niños menores de 5 años y mujeres en edad fértil. (RPP Noticias 15 09 2006). ¿Qué tiene que ver esto con el gobierno de Alan García-Jorge del Castillo? A raíz del anuncio del Primer Ministro Jorge del Castillo del objetivo gubernamental de disminuir la desnutrición infantil crónica de niños menores de 5 años de 24% a 19% en el quinquenio, muchos hemos reclamado que esa meta es insuficiente. Si de veras se quiere apostar por la equidad y dar igualdad de oportunidades a todos los peruanos para que cultiven sus potencialidades y saquen provecho a su escolaridad, deben ser bien atendidos en su infancia en salud, nutrición y estimulación temprana. Sin eso, no son educables y se gesta su invalidez intelectual y fracaso escolar. La reacción de los funcionarios del gobierno y no pocos especialistas del tema ha sido una resignante frase del tipo “más que eso, eso no se puede”, con lo que se condena a más de 100,000 niños nacidos al año a la desnutrición crónica y a los fracasos ulteriores. Puedo entender que se diga “bajo las condiciones actuales, los métodos convencionales, el estilo de trabajo de la burocracia dedicada al tema y usando como referencia los indicadores promedios internacionales, los objetivos planteados son razonables”. Lo que no puedo entender ni aceptar es que Jorge del Castillo no pueda llamar a empresarios como Dionisio Romero, Roque Benavides, José Miguel Morales, Pedro y Mario Brescia, Erasmo Wong, Carlos del Solar, Alberto Benavides de la Quintana, Samuel Gleiser, etc. (de la lista de los empresarios más poderosos según Apoyo) y les diga: “señores, Uds manejan empresas con miles de trabajadores, procesos, insumos, requerimientos financieros, logísticos, etc. para obtener productos finales de calidad en actividades que les generan muy alta rentabilidad. Yo les pido que diseñen un plan que permita reducir a la mitad la desnutrición crónica infantil en no más de 5 años y que lo implementen y supervisen, con todo el apoyo del gobierno. Ese será su más grande expresión de responsabilidad social”. ¿Alguien en su sano juicio podría aceptar que estos pesos pesados empresariales al cabo del estudio respectivo se presenten ante Jorge del Castillo para decirle “no se puede”? Tener en la mente un resignado “no se puede” es el principal producto de nuestra mala educación (incluyendo mucha de la privada), que en lugar de formar gente creativa, ambiciosa, con altísima autoestima forma gente apática, resignada, acomplejada, resignada al “no se puede”. ¿Se resignarán Alan García y Jorge del Castillo al “no se puede”?