¿Porqué los gobiernos prefieren condecorar a los intelectuales a la vejez o incluso de manera póstuma? Porque los muertos ya no pueden cambiar sus conductas meritorias. Dicho de otro modo, entregar una condecoración en vida es una aventura riesgosa por la imposibilidad de asegurarse de que el homenajeado no cambie luego su linea de conducta. Por eso considero que la tardía condecoración con la Orden El Sol del Perú en el grado de Gran Cruz otorgada por el presidente Alan García a Luis Jaime Cisneros el 19 de diciembre en cierta forma disminuye sus méritos como homenajeado, (como ocurrió semanas antes con la condecoración similar al eminente historiador José Antonio Del Busto Duthurburu. Ellos hubieran merecido la confianza de una condecoración durante el primer gobierno de Alan García). Luis Jaime la hubiera portado con todos los honores. De hecho en ese tiempo no cambió una pizca su entereza intelectual y ética y su capacidad de ser educador. Una encuesta entre egresados de la PUCP sobre el profesor que más marcó sus vidas muestra mayoritariamente el nombre de Luis Jaime Cisneros, aún hoy a sus 85 años. ¿Qué cualidades le reconocen? Su sabiduría, su entereza e integridad, sus lúcidos escritos y ponderación, su paciencia y don de educador, sus sabios y a veces premonitores consejos. Pero somos muchos los cómplices de esta tardanza, que recién ahora le rendimos un merecido homenaje. Con la disculpa por la demora le dedico esta columna al hombre que siempre estaba entre los favoritos cuando alguien preguntaba ¿quién es una persona intachable que puede conformar tal o cual tribunal de honor, comisión de ética, jurado ó presentar un libro de enorme proyección ética o social? Luis Jaime Cisneros Vizquerra, nació en 1921 y estudió Filosofía y Medicina en la Universidad de Buenos Aires debido al destierro obligado por Leguía. Vivió en el extranjero entre los 4 y 26 años de edad. Estuvo a punto de graduarse como médico pero retornó al Perú para iniciarse en 1947 como profesor de la Universidad de San Marcos y luego la Universidad Católica. Se especializó en filología, estilística y psicología del lenguaje. Tiene un doctorado en Literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Desde 1956 ha sido miembro de la Academia Peruana de la Lengua. Al cumplir 80 años el 7 de junio Caretas le hizo una entrevista de la cual extraigo las siguientes preguntas y respuestas “¿Por qué no le interesaba ser diputado?… dijo “Yo he sido formado en una preocupación de que el gobierno es mucho más importante que el poder. El gobierno mira hacia el futuro, y el futuro se hace de varias maneras, preocupándose, haciendo, compartiendo preocupaciones, compartiendo trabajo, ejercicios, actividades con los otros y para los otros”… “Yo insisto en que si yo me dedico a la educación es como tarea política. Los griegos decían una cosa importante: el primer objetivo de la política es la educación”… el segundo y tercero también es la educación. “Y cuando usted analiza la situación del Perú en estos instantes es que descubre cómo ha contribuido el desbarajuste de la escuela: cómo la escuela no forma ciudadanos, cómo la escuela ha descuidado este aspecto. La crítica está desorientada, despistada totalmente. La gente cree que su preocupación política es preocuparse por las ideas de un señor fulano equis, sea belaundista, alanista o toledista, y usted descubre que las ideas siempre están en juego. A mí no me ha interesado ni me interesa ese aspecto de la política. Pero creo que lo que a mí me interesa es la preocupación política… Yo creo que Basadre le dio a mi generación una lección y una tarea de hacer del Perú una preocupación. La preocupación mejor del hombre es el Perú, el Perú profundo, el Perú que fue. El Perú que viene, y sobre todo la conciencia de que sin esa preocupación el Perú nunca será nada”. Mi colega Patricia del Río que estudió y luego trabajó con él le hizo una reciente hermosa entrevista para “El Comercio” (10/12/2006) que empieza diciendo “Con la sabiduría y humildad que dan 58 años en la docencia” y sigue luego citando sus sabias respuestas de las que extraigo algunas citas para pintarlo de cuerpo entero … “Cuando estás frente a un aula estás frente al porvenir”… “yo aprendí a superar la vanidad y aprendí a escuchar con paciencia”… “Al escuchar descubres que no eres el depositario de la verdad”… Todos ellas, frases que nos sumergen en la educación. En sus palabras de agradecimiento, Luis Jaime se comprometió a ayudar a los peruanos a «imaginar un país del tamaño de la esperanza». Le ofrezco sumarme a sus filas en este reto.