Conferencias para padres de familia
Valores y disciplina: los temas educativos decisivos en la escuela y el hogar
1). Hace 30 años nos comunicábamos por carta. Escribirla tomaba unos días, mandarla y que llegue a su destino tomaba 2 semanas; que el interlocutor la conteste otros días, y luego otras 2 semanas para que llegue la respuesta. Así podía pasar un mes entre el envío y la recepción de la respuesta. Hoy, todo eso ocurre hoy en un minuto. Han cambiado los espacios, tiempos, velocidades, maneras de relacionarse de nuestros hijos. Siendo así ¿podemos seguir pensando que se puede educar hoy a esta generación de niños y jóvenes con los mismos criterios que se usaban para educar a los de la generación anterior?
2). La educación en valores es la que permite prevenir el vaciamiento espiritual que deviene de una vida sin sentido. Sistemáticamente, nuestros hijos tendrán que resolver entre quedarse en el mundo de lo tangible, inmediato, material, -no importando a cuántos tengan que atropellar, desplazar o incluso eliminar-, o si quieren ascender al mundo de lo no tangible, espiritual, los valores, el sentido de hacer cosas que son buenas para todos y no solo para uno mismo. Siendo así ¿cómo podemos educar en valores en un mundo muy intercomunicado, cuyos medios tienen una marcada preferencia por exacerbar el erotismo, el consumo para satisfacer placeres inmediatos y le da notoriedad a todo aquello que anda mal?
¿Cómo hacer viable la incierta y angustiante elección vocacional?
Los jóvenes que hoy tienen 16 años vivirán otros 120 años si el avance de la medicina sigue al ritmo actual. ¿Cómo pueden elegir a los 16 años una profesión que les sea relevante para esos próximos 120 años?. Eso no se puede contestar con los enfoques tradicionales de pruebas y orientación vocacional destinadas a escoger una carrera y universidad para los estudios superiores. Esta charla ofrece a los asistentes criterios cruciales para comprender y resolver eficazmente sus decisiones vocacionales.
Sentido de las conferencias de León Trahtemberg
Las mencionadas conferencias y otras diversas que he venido desarrollando por más de 20 años a pedido de APAFAS y colegios se basan en la idea de que la educación de los hijos es una actividad de riesgo. No hay garantías ni fórmulas del tipo “si haces X las cosas saldrán bien”. El caso paradigmático es el de una pareja de padres que tienen 3 hijos educados en el mismo ambiente y estilo educativo familiar, en el que dos de ellos responden muy bien a las expectativas de desempeño y conducta de los padres y maestros, y uno de ellos no. ¿Cómo entender eso? Ocurre que los hijos son todos diferentes –al igual que los alumnos de una clase- y eso obliga a los padres a establecer vínculos diferentes con cada uno, de acuerdo a sus características. Para ello, más que recetas, lo que los padres requieren son criterios para la buena crianza.
En mis años de experiencia docente, de gestión y contacto con padres de todo el país, he podido conocer los ejes centrales de sus preocupaciones y necesidades, así como las principales dificultades en el vínculo con sus hijos. Las conferencias que les ofrezco pretenden ayudarles a ubicarse con más claridad en su rol de padres de hijos del siglo XXI, y ofrecerles algunas pautas para comprenderlos y orientarlos para que sean personas de bien y exitosas.