La Universidad Nacional Mayor de San Marcos ha establecido un nuevo examen de ingreso que se pondrá en práctica a partir del período 2002-1. A través de esta prueba se evaluará a los alumnos fundamentalmente en el área académica a la que se dirigen. Con este propósito ha dividido las carreras profesionales ofrecidas en cuatro grupos académicos: bloque I: Ingeniería y Ciencias Básicas, bloque II: Ciencias de la Salud, bloque III: Económico-Empresarial y bloque IV: Humanidades.

De acuerdo con esta división, el alumno que postule a una carrera de alguna de estas áreas resolverá un examen de ingreso con 120 preguntas: 50 corresponden a aptitud académica y 70 a conocimientos. Son estas 70 las que cambian según los bloques, con un 80% de las preguntas dirigidas al área de interés y 20% a conocimientos de las demás áreas.
Para muchos, esta nueva metodología puede resultar perjudicial para el alumno, ya que la idea del examen de ingreso debería ser probar los conocimientos del postulante en todas las áreas y no concentrarse en una sola. Para el presidente de la Comisión Ejecutiva de Admisión de San Marcos, Víctor Lahoud Salem, esta decisión facilitará al alumno prepararse para el ingreso a la universidad en función de lo que realmente le dicta su vocación.
A juicio del educador León Trahtemberg, este examen es tan arbitrario como el anterior, pues de igual forma se basa en sistemas memorísticos y rutinarios que muchas veces dejan fuera de carrera a alumnos muy capaces pero que se resisten a este tipo de exámenes. La gran mayoría de universidades elige alumnos robot, entrenados solo para pasar el examen. Creo que sería interesante hacer una investigación sobre quiénes son los no ingresantes y cuánta gente realmente talentosa se queda afuera sin lograr un vacante.
Yo creo que debería haber un ingreso directo a un ciclo cero, similar al de una pre y que dure dos o tres meses, con el fin de evaluar las diversas capacidades de los estudiantes y elegir a los más aptos. Este sistema tendría más posibilidades de detectar a los alumnos más hábiles y darles la oportunidad para que demuestren sus méritos, expresó Trahtemberg.

Versión completa de la entrevista con la periodista Piera Barreto (23/1/2002).

La Universidad Nacional Mayor de San Marcos ha establecido un nuevo examen de admisión que se pondrá en práctica el 10 de febrero y que evaluará a los alumnos fundamentalmente en el área académica a la que se dirige.
Se ha dividido las carreras profesionales que ofrece en cuatro bloques académicos:
Bloque I: Ingeniería y Ciencias Básicas
Bloque II: Ciencias de la Salud
Bloque III: Económico-Empresarial
Bloque IV: Humanidades
De acuerdo a esta división, el alumno que postule a una carrera de cualquiera de estas, resolverá un examen de ingreso que consta de 120 preguntas. 50 preguntas corresponden a aptitud académica y 70 a conocimientos. Son estas 70 las que cambian de acuerdo a los bloques, con un 80% de las preguntas dirigidas al área de interés y 20% a conocimientos de las demás áreas.
Ante esto:

1. ¿Este tipo de exámenes se realiza en otros países o en otros centros del país? Por ejemplo, la Universidad Católica divide el ingreso en ciencias y letras.
Hay algunas universidades que dan más peso a unas áreas respecto a otras en función de la elección de la carrera. La pregunta es qué tipo de ingresante desea escoger cada universidad. Si es un ingresante con conocimientos específicos, memorísticos, de aplicación directa de técnicas aprendidas a través de problemas tipo, o ingresantes que tengan pensamiento original, creativo, estético, con espíritu exploratorio o investigador como corresponde a los verdaderos universitarios. La gran mayoría de universidades elige “alumnos robot”, entrenados solo para pasar el examen.

2. ¿Es beneficioso o perjudicial para el alumno?
Muchos alumnos muy capaces pero que se resisten a los regímenes de aprendizaje memorístico y rutinario se quedan fuera en este tipo de exámenes. Creo que sería muy interesante hacer una investigación sobre quiénes son los “no ingresantes” y cuánta gente altamente talentosa se queda fuera sin ingresar.

3. ¿El postulante no debería estar preparado en todas las áreas como parte de su cultura general?
¿Quién define qué es cultura general? ¿Es más importante saber quién escribió El Quijote que saber cómo se cura una herida infectada o cómo se detiene una diarrea? ¿Es más importante conocer el pasado que conocer el presente o especular sobre el futuro? La pretensión de que un examen de ingreso mida la “cultura general” es absolutamente arbitraria y discriminadora porque solo valora cierto tipo de cultura libresca.

4. ¿Las academias preuniversitarias estarán capacitadas para brindar una preparación diferenciada por áreas?
La mayoría de las academias son fábricas de postulantes que dominen el contenido del prospecto de ingreso. Si les cambian el prospecto, ellas cambiarán el libreto de instrucción. Es como una grabadora a la que le cambia el casset.

5. En el caso que el postulante se prepare en una academia que se adapte a este sistema, ¿no tendría problemas al postular a otra universidad?
Si la preparación consiste en un entrenamiento para un examen específico, lógicamente sus posibilidades de éxito dependerán del tipo de examen que exija cada universidad.

6. ¿Qué pasa con aquellos alumnos que buscan ingresar a la universidad sin haber elegido una carrera y esperan el primer ciclo de estudios generales para poder decidirse por una profesión o simplemente cambian de decisión en el camino? (Le doy mi ejemplo, yo me inicié en Administración de Empresas y luego descubrí mi vocación por el periodismo).
Tanto aquellos postulantes inseguros que Ud. describe, como todos los otros que creen estar seguros pero que sin duda muchos de ellos cambiarán de decisión a lo largo de la carrera, se perjudican por el obsoleto sistema de elegir la carrera antes de ingresar a la universidad. Tiene mucho más sentido que existan dos o tres años de estudios generales para que a lo largo de esos años, el estudiante vaya perfilando sus intereses y su vocación, cuando ya esté dentro de la universidad y haya acumulado más experiencia vocacional.

7. Algunas consideraciones que juzgue convenientes.
El examen modificado va a ser tan arbitrario como el anterior. Yo creo que debería haber un ingreso directo a un ciclo cero, similar al de una pre, que puede durar uno o dos meses, diseñado para mostrar las diversas capacidades de los estudiantes y allí recién elegir a los más aptos, no en base a un examen sino en base a los muchos exámenes que el alumno debería aprobar en los diversos cursos básicos. Esto puede diseñarse para que sea autofinanciado con un pago equivalente a lo que los postulantes pagaban o no en el colegio de procedencia, y tiene mucho mejores posibilidades no solo de detectar a los alumnos más hábiles, sino de darle suficientes oportunidades para que demuestre su valía.