Aceptemos primero la idea de que al igual que en un hogar, el clima institucional en un centro educativo no se puede parcelar por segmentos, sino que conforma una unidad total en la que las relaciones humanas se repiten con una estructura similar entre los diversos miembros de la comunidad educativa. En otras palabras, en una familia, un padre que es violento con la madre no podrá tener una relación pacífica y no agresiva con sus hijos. Una esposa que es obsesiva, dominante, persecutoria con el esposo no podrá ser una madre relajada, tranquila, confiada en sus hijos. Las personas no son un poquito honestas ó justas. Son o no son honestas ó justas. Los patrones de valores y conductas esenciales se desarrollan con independencia de los actores específicos involucrados.
Lo mismo ocurre en una empresa y en este caso en una institución educativa.

 

Esta premisa permite entender que la importancia que tiene la coherencia en la manera de incorporar a un profesor nuevo ó la de despedir a quien se va, sea por voluntad propia o debido a un despido. De la manera como un director se relacione con sus profesores, estos se relacionarán con los alumnos y los padres. No puede haber un clima democrático en un aula de un colegio que se maneja dictatorial y prepotentemente. No puede haber un ambiente de apertura y comunicación fluida y sincera en un aula de un colegio en el que el ambiente general es represivo, persecutorio y hasta hostil. No puede haber un ambiente predecible y consistente con los alumnos de un aula cuando el colegio es impredecible e inconsistente en sus políticas. Si coincidimos en esta premisa, entenderemos mejor lo que sigue.

 

La manera como se procede para contratar a un profesor denota la importancia que se le da a su persona y al trabajo que desempeñará. Por ejemplo, si solo se considera currículo y experiencia señalada en documentos pero no evaluación psicológica ni la manera o estilo pedagógico para desarrollar los temas a enseñar, se deduce que no interesan la personalidad ni la capacidad didáctica sino básicamente sus conocimientos acumulados. En cambio, si la evaluación es extensiva, diversa, psicológica, académica y pedagógica, con verificación de antecedentes, etc. el mensaje es “nuestros alumnos son tan importantes que tomamos todas las precauciones para asegurar que estarán en buenas manos”.

 

En cuanto a la despedida de un profesor, la manera como se le despide a uno es interpretada por los demás como el método que usará la institución para despedir a cualquier otro.

 

Veamos por ejemplo el caso de la despedida que se le hace al profesor cuando éste presenta su renuncia oportuna. Brindarle al profesor los homenajes y agradecimientos de los directivos, colegas, padres y alumnos proporcionales a su tiempo de permanencia y la importancia de su labor en la institución expresarán un reconocimiento que será sentido como tal por él y todos sus colegas. El mensaje es “eres valioso, importante, entendemos que cada persona navega por la vida bajo la influencia de muchas necesidades y opciones, y respetamos eso”. Así, hay dignidad en el retiro del profesor, y un vínculo humano y profesional que no se romperá por el hecho que el profesor deje de asistir a la institución.

 

Otro caso es el de la despedida que ha sido decidida unilateralmente por la institución. Por ejemplo, si se avisa con tiempo, con explicación de razones, respetando todos los beneficios sociales e indemnizaciones, el mensaje es “a pesar que el despido es algo ingrato, lo hacemos en forma correcta y digna, cuidando su orgullo y honor, y que el profesor tenga tiempo para encontrar una alternativa y adaptarse al cambio”.

 

En cambio, si se despide intempestivamente sin que haya mediado falta alguna, sin explicación de motivos, humillando al trabajador, haciéndole sentir que es un indeseable, intentando no pagarle sus beneficios e indemnizaciones legales, el mensaje es “aquí no nos interesan los profesores… y (por lo que dije al principio) tampoco nos interesan los alumnos”. Aquí no habrá un trato digno al profesor que se retira y el vínculo humano y profesional se romperá con la salida del profesor. Además será un elemento que circulará en el mundo de los chismes laborales bajo el mensaje de que “en esta institución te maltratan”. Eso no animará a buenos profesores a incorporarse a esa institución, ni servirá como factor de retención a los profesores que aún quedándose en la institución estarán pensando en buscar una nueva opción laboral.

 

De modo que lo mejor para los alumnos que podrían hacer los promotores y directores con sus profesores, es cuidarlos y tratarlos con dignidad, al incorporarlos, retenerlos y eventualmente despedirlos.

 

Artículo afíin

 

Colegios condenados a la decadencia

http://www.trahtemberg.com/articulos/1451-colegios-condenados-a-la-decadencia.html