El día del padre tan promocionado por las tiendas comerciales para sus propios fines, a la par que da cabida a rendir homenaje a los padres suficientemente buenos que en su vínculo con los hijos les dan amor incondicional e infinitas oportunidades para crecer sanos, debería servir también como un día de reflexión sobre lo que los padres «no están haciendo bien» en la crianza de sus hijos, sobre todo aquellos que son sobre-protectores, que adulan y reciben adulaciones infinitas de sus hijos cuando son pequeños, pero la pasan muy mal cuando estos pretenden ser autónomos

La hiperpaternidad crea una ‘generación blandita’ Los padres que hacen todo a sus hijos están creando una juventud incapaz de resolver problemas.

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Massimo Recalcati: “Ya lo dijo Freud, la profesión de los padres es una profesión imposible”El autor explica que no añora la figura, ya agotada, del padre disciplinario y autoritario, pero se pregunta si la figura del progenitor empático no es también contraproducente. Asegura Recalcati que no añora la figura, ya agotada, del padre disciplinario y autoritario, pero se pregunta si la figura del padre empático no es también contraproducente porque los hijos necesitan encontrar obstáculos en sus padres, el conflicto como herramienta de formación. “Los padres de hoy evitan el conflicto con sus hijos por temor a no ser amables. Es una nueva forma de angustia que invierte la cadena de generaciones: hoy no es el niño el que quiere sentirse reconocido por sus padres, sino que son los padres los que quieren sentirse reconocidos por sus hijos”, razona el profesor de la Universidad de Pavía, que señala que el mejor regalo que pueden hacer los padres a sus hijos es no intentar desvelar su secreto, dejarles ir, favorecer su diferencia en vez de querer que repitan sus vidas depositando sobre ellos sus expectativas: “Ya lo dijo Sartre, cuando los padres tienen planes para sus hijos, los niños tienen destinos generalmente infelices”.