Correo 21 08 2020

Una reciente columna en el New York Tomes llama la atención hacia la importancia de las conexiones casuales, así sean débiles, que se producen en el transcurso de la vida cotidiana con gente diversa y que pueden generar una sensación de pertenencia a una comunidad, que es una necesidad humana básica. Puede ser quien nos atiende en la cafetería, en el mercado, los taxistas, guardianes o porteros, las personas que vemos en el gimnasio o la estación del bus. Esos extraños y extrañas tienen una importancia vital para nuestro bienestar, crecimiento y existencia en el día a día, porque nos anclan al mundo y nos dan una sensación de estar conectados a algo más grande. También brindan oportunidades para tener nuevas experiencias e informaciones que se extienden más allá de lo que es usual en los círculos íntimos. Son interesantes y ayudan a aligerar la vida. Sirven como mini-contactos sociales que producen catarsis de momento que distraen y diversifican a nuestros interlocutores.

Estas actividades de lazos débiles promueven una mayor satisfacción en la vida y aportan a la salud emocional y física, oportunidades de micro catarsis que ayudan a tener sentimientos positivos y menos depresivos, a pesar que se trata de personas usualmente desconocidas que no parecen importar mucho. (“Los beneficios de hablar con extraños”, NYT, Jane E. Brody 07/08/2020 citando el libro “Consequential Strangers: The Power of People Who Don’t Seem to Matter … but Really Do” Melinda Blau y Karen L. Fingerman)

Dado que las investigaciones han demostrado que las personas están mejor cuando tienen un grupo más diverso de personas en sus vidas, es un tema a considerar. Lamentablemente la COVID-19 ha restringido estos contactos espontáneos, por lo que convendría suplirlos con lazos equivalentes que puedan construirse por la vía digital, en particular para niños y adolescentes que tienen una vida social muy limitada por el encierro en casa. Con las precauciones de seguridad, todo ello contribuirá a distraerlos y abrir canales adicionales para su tan necesaria conexión social.

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