El Tiempo Piura 01 10 2016Diarios Regionales 02 10 2016

Ken Robinson en su conferencia “Como escapar del valle de la muerte de la educación” sostiene que los sistemas educativos fracasan porque no entienden los tres principios esenciales de la naturaleza humana

1). Los individuos son diferentes y diversos (autoevidente para todo padre con más de un hijo) pese a lo cual los colegios se orientan a la conformidad, mirándolos desde un estrecho espectro de logros prioritarios (matemáticas, lengua, ciencia, que son importantes pero no suficientes porque dejan fuera el arte, humanidades, educación física, etc.). Los niños avanzan mejor con currículos y estrategias pedagógicas diversas que hagan aflorar sus capacidades.

2). Los individuos son curiosos, son aprendices naturales pero eso choca con una docencia dedicada a entregar información más que a crearla. Los grandes profesores son mentores que estimulan, empoderan, alientan, provocan, para producir aprendizajes, sin los cuales no hay educación. El rol del profesor es facilitar el aprendizaje, pero para ello tiene que encender el motor de la curiosidad de los niños lo cual es contradictorio con la tarea de evaluarlos continuamente para asegurar que alcancen los estándares pre establecidos. Los tests obstaculizan el aprendizaje en lugar de facilitarlo. La curiosidad se frena si se la reemplaza por la complacencia.

3). La mente humana es inherentemente creativa: imagina opciones, crea alternativas. La tarea de la educación debe ser despertar los poderes de la creatividad. En su lugar, tenemos en América una cultura de estandarización, frente a la de los países nórdicos que se enfocan en individualizar la enseñanza, moldearla en función de cada alumno, para lo cual contratan profesores de altísimo nivel de formación, capacitación continua y reconocimiento social. Le dan a la escuela la responsabilidad de hacer su trabajo sin el comando y control externo (ministerial) de lo que hace cada maestro o escuela. Se alejan de las concepciones mecanicistas de la educación conceptualizada como proceso industrial para entenderlo como un proceso humano en el que interactúan personas con sus propias características y biografías.

Lo que Ken Robinson dice y que se viene señalando desde diversos ángulos desde hace décadas, aún no logra cerrar el abismo entre la expresión de acuerdo con los planteamientos y la decisión de ponerlo en marcha en los colegios.

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Guillermina Tiramonti, ex directora de FLACSO, en audio MDZ Radio online:
– «Somos gente que tiene distinta formación y distintas preferencia ideológica y teórica, que estamos convocados para pensar la posible realidad del país en el 2030 y aportar ideas para llegar a ese momento lo mejor preparados posible.
– «Estamos muy anclados en la coyuntura y tenemos que poder aportar para llegar a ese momento de otra manera».
– «Para cambiar la educación es necesario acordarlo con los gremios, consensuarlo con los padres, porque tienen en la cabeza la escuela a la que ellos fueron, la escuela tradicional, pero desde mi punto de vista, tienen que estar los partidos políticos. Hasta ahora, solo se ha negociado con corporaciones».
– «Se trata de que los chicos empiecen a trabajar a partir de propuestas de proyectos, problemas reales que tienen que solucionar. Participan conocimientos de distintas disciplinas. Hay que pensar en un aula en la que están presentes distintos docentes de las diferentes disciplinas».

Audio de la entrevista completa: https://soundcloud.com/mdzol/guillermina-tiramonti-en-mdz-radio

La educación se ha roto. Hemos enseñado a la gente de la misma forma durante los últimos 100 años y, como hemos crecido en ese sistema, creemos que es normal, pero es una locura.Enseñamos en las escuelas lo que los colonialistas ingleses querían que aprendiese la gente: matemáticas básicas para poder hacer cálculo, literatura inglesa… Hoy no tiene sentido. Tenemos que enseñar herramientas que ayuden a las personas a tener una vida gratificante, agradable y que les llene

En el futuro, si quieres un trabajo, debes ser tan diferente de una máquina como sea posible: creativo, crítico y socialmente experto. Entonces, ¿por qué se les enseña a los niños a comportarse como máquinas? Los niños aprenden mejor cuando la enseñanza se alinea con su exuberancia natural, energía y curiosidad. Entonces, ¿por qué son arrastrados en filas y hechos para quedarse quietos mientras están llenos de hechos? Tenemos éxito en la adultez a través de la colaboración. Entonces, ¿por qué la colaboración en las pruebas y exámenes se llama trampa? Los gobiernos afirman querer reducir el número de niños excluidos de la escuela. Entonces, ¿por qué sus currículos y pruebas son tan estrechos que alienan a cualquier niño cuya mente no funciona de una manera particular? Los mejores maestros usan su carácter, creatividad e inspiración para provocar el instinto de aprender de los niños. Entonces, ¿por qué el carácter, la creatividad y la inspiración son suprimidos por un régimen sofocante de microgestión? Los profesores ahora están dejando la profesión masivamente con lo que se pierde lo invertido en su fromación, en carreras destruidas por el exceso de trabajo y un régimen de trituración espiritual que trae la estandarización, las pruebas y el control de arriba hacia abajo. Cuanta menos autonomía se les conceda, más se les culpa por los fracasos del sistema. Nuestras escuelas enseñan habilidades que no sólo son redundantes sino contraproducentes. Nuestros niños sufren este sistema deshumanizante para nada.