Al salir de Palacio de Gobierno el 6 de mayo el Ministro de Educación Antonio Chang anunció que el gobierno firmaría en el mes de julio un convenio con el programa «One Laptop per Child» (Una computadora para un niño) del Media Lab del MIT, para dotar gratuitamente de computadoras portátiles a estudiantes de educación básica a partir del 2008.

Estas computadoras las compran los gobiernos para obsequiarlas a los alumnos de la escuela pública, a razón de un millón por país (aunque parece que se habría bajado la cuota hasta 250,000). Son computadoras livianas y pequeñas, diseñadas para establecer conexiones inalámbricas a internet, pueden usar electricidad ó cargar la batería con una manivela (un minuto de rotación da 10 minutos de carga). Está previsto que usen software libre y se fabricarían en China.

Está conceptualizada bajo el enfoque del aprendizaje construccionista de Seymour Papert que sostiene que hay que “aprender haciendo”. La idea es que el estudiante sea dueño de la computadora, la lleve consigo a su casa, acceda a internet, escuche música, juegue, lea, etc. Los países a los que se las ofertó para una primera etapa para adquirir un millón a cada uno, son los más grandes del mundo. Brasil y Argentina en sudamérica. Egipto y Nigeria en Africa; el primero por ser la nación árabe más poblada y el segundo por tener la mayor población negra. Junto a ellos India, China y Tailandia país con el que el MIT ya tiene experiencias previas. Hasta allí, todo muy bien. Pero ¿porqué no está esto en el plan de gobierno aprista? ¿Porqué no figura en ninguno de los discursos al congreso de Alan García, Jorge del Castillo, Antonio Chang? ¿Porqué al ser consultados los funcionarios del ministerio de educación durante varios meses ninguno pudo dar detalles a la prensa sobre este programa, cantidades, costos, prioridades para el reparto, adquisiciones futuras, articulación con los programas escolares y con los planes de capacitación de profesores, etc.? Según información reciente el primer lote de estos pequeños equipos de 189 dólares de costo, serán usados por niños de escuelas rurales, llegará al país a mediados de febrero y luego comenzará a distribuirse en colegios multigrado unidocentes. Seamos serios.

Descartemos primero los argumentos demagógicos de quienes para acallar a los críticos dicen que éstos no quieren que los pobres del Perú tengan acceso gratuito a la tecnología de la información. Se trata de optimizar la inversión. Hablemos ahora de educación. Escuchen a Jesús Herrero de Fé y Alegría llorar amargamente por la falta de plazas docentes. Lean en El Comercio del 3/11/2007 que 32 mil alumnos desertaron en Junín en estos dos años, principalmente en las zonas rurales (supuestos beneficiarios de las laptops), por falta de docentes. Por el costo de 20 laptops asignadas a esos alumnos rurales se pagaría el salario anual de un profesor. ¿Cuál es más relevante? El gobierno quiere empezar con 44,000 laptops (equivalente a 2,200 maestros que evitarían 70,000 futuros analfabetos). Quiere llegar a 250 mil el próximo año. ¿Se justifica al menos un debate entre opciones alternativas? Pero hay más… ¿Es la computadora personal que vende la OLPC la más adecuada técnica y económicamente, y cuenta con un soporte pedagógico (por ejemplo similar a las Classmate)? ¿Porqué hay tan poca información oficial comparativa entre las diversas opciones? ¿Es esta la compra más conveniente en el contexto de severos cuestionamientos a la capacidad del estado de hacer compras de ambulancias, patrulleros, municiones y raciones de comida para damnificados del sismo? ¿Es lo más elegante que la Universidad San Martín de Porres, vinculada al ministro Antonio Chang, sea la sede de este proyecto?

Ojalá algún día el Perú sea el líder regional por sus iniciativas y avances educativos. Lamentablemente aún no lo es, y las iniciativas gubernamentales de diversos gobiernos en este sector no se han caracterizado por sus aciertos y logros. Donde se toca, sale pus. Entonces ¿Es aceptable que Perú sea el conejillo de indias de un proyecto pedagógico que no ha sido validado en ninguna parte, sobre el cual los especialistas peruanos expresan tantos reparos y hay tan poca información oficial pública? No se sabe cómo se va a controlar si tienen un efecto favorable en el aprendizaje de los alumnos, cómo se asegurará que no se las roben a los alumnos camino a la escuela, cómo profesores que no tienen computadora ni saben usarla van a enseñar o incentivar a los alumnos a usarlas, cuál es el plan de estudio en el que las LapTops se van a insertar, etc. ¿No sería bueno un gran debate y máxima transparencia sobre el tema?

Apunte afines: en FB https://www.facebook.com/leon.trahtemberg/posts/741234015977136?pnref=story

(LT: Esto lo anticipé desde el 2007, en el que el Perú compró las suyas)

Una mirada al uso didáctico de las (laptops) XO: percepciones y actitudes del profesorado de historia en Educación Secundaria (Uruguay)

«Otra de las cuestiones controversiales gira en torno al rol docente y es la relativa a la reproducción de las prácticas educativas. A pesar de la importancia y el valor que el profesorado otorga a las XO, no hay evidencias de que el cambio se haya concretado en culturas o prácticas innovadoras. En los modelos didácticos empleados ordinariamente continúan conviviendo formas de trabajo previas a la inclusión de esta tecnología y que tienden a modelar el uso de la nueva herramienta, lo que podría estar indicando que hasta el momento su presencia no habría contribuido a transformar las formas de enseñar. Ello se debe, posiblemente, a que las estructuras de pensamiento de los docentes se mantienen en gran medida ancladas en paradigmas tradicionales, de modo que una innovación como la que promueve el uso de las XO, en lugar de modificar las prácticas termina siendo absorbida por modelos que dan continuidad a las lógicas de enseñanza dominantes. En consecuencia, para generar cambios en las percepciones y actitudes del profesorado sobre la enseñanza en este nuevo escenario de tecnologías digitales, es necesario fortalecer el sentido pedagógico de los cambios».

OJO otro link previo Plan Ceibal (2014): según investigación no mejoró lectura ni matemática