El Tiempo, Piura 02 03 2014

Las tecnologías de la información y comunicación siguen desarrollándose y cada vez impactan más en la generación de nuevas formas de aprendizaje en el mundo de la educación. Su efectividad depende mucho del dominio que tengan los profesores de dichas tecnologías

Cada año NMC Horizon Report hace su informe sobre los avances e impactos previsibles que en el año 2013 fuer realizado con el aporte de 51 expertos de diferentes especialidades y países de todo el planeta. (http://alumni.unir.net/images/documentos/HORIZON_REPORT.pdf)

El informe pretende “destacar las tecnologías emergentes que revelan un potencial considerable en la educación y su interpretación”. Su estructura incluye la diferenciación entre las tecnologías que están a la vuelta de la esquina y las que tomarán unos pocos años en consolidarse

1). Lo que veremos en menos de un año son los massive online open courses (MOOC) o “cursos abiertos masivos en línea”. Se han convertido en un “boom” de la educación superior ya que ofrecen acceso a educación de alta calidad a un precio muy bajo vía internet. Le dan a los alumnos la oportunidad de experimentar libremente con diversos temas y adquieran aptitudes que no obtendrían si siguieran tan solo sus planes de estudios tradicionales.

2). También veremos en menos de un año un rápida penetración de las tabletas electrónicas multimedia con software para reforzar las opciones de interacción de alumnos, profesores y materiales disponibles en la red o los aplicativos

3). Dentro de dos a tres años se habrá desarrollado gran cantidad de videojuegos sobre temas profesionales, que simularán situaciones y decisiones para el aprendizaje profesional en el formato de videojuegos. De ese modo se aprovecha aquello que la industria de la recreación ya ha descubierto y es que los videojuegos estimulan la producción de dopamina, que es una sustancia química que favorece el aprendizaje en la medida que refuerza las conexiones neuronales y las comunicaciones.

4). También en pocos años más tendremos a disposición el sistema de “Learning analytics” que consiste en el análisis en tiempo real de grandes cantidades de información que pueden predecir el comportamiento de un estudiante, basándose en la observación sistemática de su comportamiento conforme va estudiando y usando recursos digitales. Se espera que permita “indicar aspectos mejorables, asignar recursos a las cuestiones prioritarias y analizar la eficacia de los programas”. Este análisis de datos permite anticipar el éxito o fracaso del alumno en todo aquello que se puede medir y por lo tanto, mejorar.

5). Dentro de cuatro a cinco años las impresoras 3D se habrán vuelto parte natural del trabajo en aula y permitirán la creación de prototipos educativos a un precio muy bajo (como un órgano del cuerpo humano en la clase de medicina) así como la elaboración de modelos de prueba, como podrían ser las prótesis médicas, las piezas de un motor, las maquetas de un diseño arquitectónico, etc.

6). También en unos años más veremos de modo usual la “Wearable technology” es decir la integración de herramientas tecnológicas en la ropa o el propio cuerpo, como lo logran las Google Glass que ya han permitido retransmitir operaciones quirúrgicas realizadas en distintos países gracias a estas gafas de Google que tienen incorporadas en ellas las cámaras. Esta instantaneidad y eliminación de las distancias geográficas estarán presentes cada vez más en el trabajo educativo y profesional.

En suma, los avances tecnológicos, sea que se diseñen con un fin educativo específico o sea que lleguen a la educación como extensión de su aplicación inicial en otros campos, plantearán a los catedráticos y profesores desafíos continuos cuyo abordaje marcará la diferencia entre los que estén en la vanguardia y los que estén en la retaguardia. Cada cual tendrá que escoger su lugar en ese espectro.

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