El tránsito es imposible. La corrupción es estructural. La educación no lleva a ninguna parte. Es iluso aspirar a tener un juicio rápido y justo. Depender de un seguro público para atención médica es tortuoso y empieza a serlo también para los privados. Los costos e intereses bancarios especialmente en los créditos tienden al abuso. La ineficiencia en el gasto público es alarmante. La estabilidad y crecimiento económico dependen de la viada china y los estornudos financieros de Estados Unidos y Europa. La burocracia estatal asume que le hacen un favor al público al que atienden. Cada licencia, permiso, contrato estatal, parecen tener un costo ilegal que de no pagarse paraliza o deniega una actividad lícita. Los policías y militares en combate contra la delincuencia y el terrorismo tienen que mendigar vestimenta y raciones de comida decentes, armas y equipos modernos y adecuada protección de sus superiores.

Pero, hay una cura mágica para todo esto. El Perú es el campeón mundial del crecimiento económico, por lo que las cosas se arreglarán solas. Esa ilusión es la mejor expresión de la mala educación peruana, aquella que inhabilita a sumar 1+1. Es decir, aquella por la que quienes suman los factores mencionados dan como resultado: “vamos bien”.

Al Perú le sobren idiotas pero le faltan ideotas. Es decir, le sobra gente que cree que las cosas se arreglan solas y que dice cosas sin sentido inteligente y coherente, y le falta gestar, encender y poner en acción las ideas brillantes capaces de revertir realmente nuestros males y darnos una esperanza de viabilidad social.

En el Perú hay gente en todos los sectores capaces de producir ideotas. Pero no las producirán si el gobierno no los convoca y junta (nadie es dueño único de la verdad) para que produzcan los pilares de las reformas inteligentes, eficientes y capaces de llevarnos eficazmente a un futuro de bienestar y desarrollo. Con esa matriz de ideotas, el rol del gobierno es pisar callos y reformar, con la fuerza de eso que los militares leen en sus manuales de combate: coraje, decisión, valentía, amor a la patria.

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¿Aprenden lo que deberían aprender? ¿Por qué en la escuela no bastan unos pocos «estudios generales»?)

Editorial corto y preciso. The real purpose of education. The UAE education system, like many other education systems, is reliant on end-of-school exams to determine student success. And so, instead of viewing education as an end in itself, students study mainly to get decent exam results and move to the next level. The inevitable result of such a mentality is that many graduates – even those who perform well in exams – may not be ready to face life’s practical challenges. And the subjects they were made to learn because of the fixed curriculum may seem useless after graduation. As American cultural anthropologist Margaret Mead said: «Children must be taught how to think, not what to think.»

(Varios en América Latina lo venimos diciendo hace tiempo pero el sistema tiene los reflejos de un enfermo terminal….) Chile: llevamos más de una década con los resultados en las pruebas estandarizadas estancados de acuerdo con evaluaciones nacionales e internacionales.Mientras no cambiemos la forma en que la política educativa, la gestión escolar y los docentes conceptualizan el aprendizaje y las prácticas que dicha concepción acarrean, no mejorará la calidad de la educación. Tal como lo planteó Einstein, es una locura hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes. Es el momento de cambiar la mirada y las acciones.

Esta crisis de aprendizaje está ampliando las brechas sociales en lugar de reducirlas.

Millones de niños en el planeta van a la escuela, pero no aprenden ni siquiera lo básico para escapar de la pobreza, afirma el Banco Mundial, al advertir de una «crisis de aprendizaje» en la educación global que acentúa la desigualdad social. Aunque en muchos casos completan la educación primaria e incluso secundaria, los estudiantes no logran calcular el cambio correcto cuando compran algo, no pueden comprender una receta médica o interpretar una campaña publicitaria

‘Necesitamos una educación más viva y auténtica’: Jennifer D. Klein La experta en educación habla de un modelo del que es pionera: el que cambia materias por proyectos. La diferencia más grande de la educación basada en proyectos es que lo hacemos al revés. Los estudiantes están con el reto desde el primer momento, con la pregunta que quieren resolver. Y el profesor no está anticipando y enseñando antes de que surjan las preguntas; la idea es que los estudiantes hagan su investigación y surjan más y más preguntas y el profesor vaya llenando los huecos cuando aparecen.

¿A quién debemos suspender? (Otros conceptos sobre evaluación y aprendizaje significativo). Si les dejamos opinar, los escuchamos y descubren que sus comentarios son importantes, la evaluación se convierte en aprendizaje