El reputado periodista de The New York Times Thomas Friedman publicó el 8 de junio la interesante columna ”People vs. Dinosaurs“, que reseño por las lecciones que le ofrece al Perú. Empieza preguntándose: ¿Qué tienen en común el millonario inversionista norteamericano Warren Buffett y el tóxico presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad? Contesta: Ambos apuestan por el futuro de Israel. Ahmadinejad declara que Israel pronto desaparecerá. Buffett, por su parte, adquirió en junio del 2006 para su holding Berkshire Hathaway el 80% de la empresa israelí de herramientas de precisión Iscar, instalada en la Galilea occidental, cerca de la frontera con el Líbano, pagando US$4 billones. Al preguntar a Eitan Wertheimer, presidente de Iscar, cómo reaccionó Buffett cuando la semana siguiente empezaron a caer los misiles de Hizbolah en el estacionamiento de Iscar, contestó: ”No me interesa el próximo cuatrimestre. Me interesan los próximos 20 años“. Israel tiene una poderosa y educada sociedad civil. Su economía se despunta con una moneda que se ha revaluado 30% frente al dólar en un año. La razón es que Israel es un país que está preparado para competir en el mundo plano, con una cultura empresarial del no conformismo que estimula fuertemente la imaginación y adaptación a los cambios. En el primer cuatrimestre del 2008, las cuatro más grandes economías (después de EEUU) que más inversiones atrajeron para joint ventures para empresas start-up fueron Europa (US$1.53 billones), China (US$719 millones), Israel (US$572 millones) e India (US$99 millones). Así, Israel, con 7 millones de habitantes, atrajo casi tanto como China, con 1.3 billones de habitantes. Ahmadinejad no se preocupa por estas cosas. Con precios de petróleo de US$140 el barril se siente relajado prediciendo la desaparición de Israel. Irán no ha inventado nada importante desde la revolución islámica, pese a que históricamente los persas han sido un pueblo dinámico y creativo. Los petrodólares pueden comprar tecnologías como la nuclear, pero no pueden desarrollarlas por sí mismos. La fortaleza económica y militar de Irán depende del petróleo. La fortaleza económica de Israel depende de sus cerebros y es infinitamente renovable. Así que: ¿Quién será fuerte allí en 20 años más? Buffett contesta: ”Yo apuesto por los pueblos que apuestan por la mente de sus pueblos“. Aprovechando el artículo, cambiemos la palabra petróleo por oro, cobre, gas o pesca. ¿Vale la reflexión para el Perú, cuya expansión económica temporal depende mayoritariamente del precio y demanda de sus materias primas?