¿Cómo se explica que países como EE.UU. obtengan puntajes de media tabla en el ranking de las pruebas de PISA (2001, 2006 y 2009) siendo uno de los líderes mundiales de competitividad?

1ero, porque en los rankings de competitividad la educación básica y superior, son solo 2 de 12 criterios de la competitividad (WEF), a los que se suman la institucionalidad, infraestructura, ambiente macroeconómico, tamaño y eficiencia global del mercado, mercado financiero, disposición tecnológica, innovación y sofisticación de los negocios.
No olvidemos que el índice de competitividad mide un conjunto de instituciones, políticas y factores que conforman la habilidad de los países de proveer altos niveles de prosperidad a sus ciudadanos lo cual depende del uso productivo de sus recursos disponibles de modo sostenible en el corto y medio plazo.

2do., porque las capacidades de avance científico y tecnológico de los países no solo debe medirse en porcentaje de juventud altamente capacitada sino también en valores absolutos. Por ejemplo EE.UU. tenía en la anterior PISA 1.5% de alumnos en el máximo nivel de logros de sus alumnos, comparado con 3.9% de Finlandia y 4% de Nueva Zelanda (4%). Pero en valores absolutos eso equivale a 70,000 norteamericanos, comparados con unos 2,000 en Nueva Zelanda, Suecia o 33,000 en Japón. En otras palabras, EE.UU. cuenta con el 25% de todos los alumnos de más alto desempeño en el mundo, frente a 13% de Japón, 5% Corea, 3% Taipei, 1% Finlandia y 1% Hong Kong.

Estos países superan a Estados Unidos en la homogeneidad de los alumnos y sus niveles promedios en los logros nacionales, pero no en el valor absoluto de alumnos que están en la vanguardia de los logros educacionales (que dicho sea de paso, suelen asistir a escuelas privadas muy exclusivas, reputadas y costosas, o a escuelas públicas en barrios privilegiados).

Por otro lado, los promedios en los puntajes no parecen tener tanta relación directa con el desempeño de la economía nacional. Por ejemplo Japón es de los punteros pero su economía no logra repuntar desde los años 1990. En cambio EE.UU. sigue siendo un fuerte líder de la competitividad global, más aún en sus capacidades científicas y tecnológicas, debido a que la educación es solo uno de los factores de la competitividad nacional.

La innovación, creatividad, ambición y deseo de superar el conocimiento existente no se miden en estas pruebas. Más bien, la obsesión con las pruebas estandarizadas tiende a reprimir estas capacidades y hay que estar muy alerta del alto costo nacional que esto puede tener (y de hecho ya lo está teniendo en la alicaída educación norteamericana).

Otras críticas a la publicación de los rankings que resultan de estas pruebas vienen de quienes que eso no ayuda a mejorar el sistema educativo, porque lleva a acentuar las críticas al sistema y obliga a focalizarse en el desempeño en estas pruebas, olvidando las políticas de inclusión, trabajo personal y social con los alumnos, y las diferencias de niveles socioeconómicos, tasas de origen inmigrante y realidades familiares de los alumnos evaluados.

Para los analistas de la educación, es bueno tomar nota de todas estas críticas que sin duda tienen asidero. Pero en cuanto a los resultados del Perú se refiere, ninguna de las atingencias son tranquilizadoras porque nuestro volumen de alumnos en la vanguardia es escasísimo, -incluyendo a los alumnos procedentes de los colegios más renombrados- y nuestra media nacional es pobrísima. Lo que sí es importante es tomar nota que los resultados reflejan una realidad que obligan a trabajar con una doble estrategia: levantar el piso del conjunto de los alumnos, pero a la vez empezar a forjar una vanguardia de jóvenes del más alto nivel, lo cual no se podrá lograr con las políticas uniformes y uniformizadoras del Ministerio de Educación.

Artículo afín de la OECD

¿Es la mayor inversión por alumno la que explica los mejores logros de los países en las pruebas internacionales PISA?

NO. Son otros dos los factores cruciales

(incluye video en inglés Strong Performers and Successful Reformers in Education )

1. Países en los que el salario de los maestros está entre los más altos de toda la empleocracia pública, prestigiando la carrera (lo que les permite atraer a la carrera de educación a los más capaces de cada generación

2. Altas expectativas para todos y no permiten que ningún alumno con dificultades se quede atrás. No los hacen repetir de grado, no expulsan del colegio a los que tienen problemas de conducta o necesidades educativas especiales, no agrupan alumnos según habilidades.

Artículos afines:

Sala i Martín avisa: PISA no mide conocimientos esenciales El economista y profesor de Columbia University Xavier Sala i Martín, ha advertido en una retahíla de tuits que alegrarse por los buenos resultados de las evaluaciones PISA es «un gravísimo error» porque estas pruebas no lo miden todo y dejan de lado competencias, habilidades y conocimientos que son tanto o más necesarios que las matemáticas, la expresión escrita y las ciencias, las tres áreas que PISA evalúa. El economista catalán avisa de que concentrar la educación en estas pruebas puede arrinconar aprendizajes decisivos para el mundo que viene, como pasó en la China medieval.

PISA 2009 más allá del Perú

Perú en las pruebas PISA 2009 (Aquí hay múltiples enlaces adicionales con artículos previos)

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#1 También hay fans de PISA. Es bueno leer de todo para formarse criterios propios.

Enderezando la torre de PISA, por Sergio Urzua. Sostiene que: «Sin entrar en los desafíos técnicos que implica examinar el punto, cabe recordar que la literatura ha documentado una asociación robusta entre PISA y el desempeño económico de los países (Hanushek y Woessmann, 2012), dimensión de incuestionable trascendencia. La lógica es simple: mejores sistemas educativos generan individuos mejor preparados para enfrentar el mercado laboral y, por lo tanto, en el mediano y largo plazo esto se debería traducir en un mayor crecimiento económico. De hecho, a la luz de dicha evidencia, es posible estimar que los avances del Perú en PISA ya habrían significado un aumento de casi 4% en el producto per cápita del país, no el actual, sino el del 2050. Es que los retornos económicos de hacer las cosas bien en educación toman tiempo, pero se acumulan y tarde o temprano se concretan.»

(LT: Mi opinión (obviamente diferente, para los que me siguen en FB) la publicará El Comercio el próximo miércoles. Dicho sea de paso si se lee a Martin Carnoy de Stanford y a Yong Zhao de Kansas se encontrarán sustentaciones distintas a las de los académicos citados en esta columna)

#2 También hay fans de PISA. Es bueno leer de todo para formarse criterios propios.

The Economist editorializa valorando PISA. Dice: Culture or policy? What the world can learn from the latest PISA test results

Sostiene que: «PISA has flaws. It is one of many standardised tests, and tests are not all there is to learning. But it matters. It is the most influential research report in education for good reason. It offers informed guidance on what policymakers should do to fix their school systems. Just as importantly, it tells them what not to do».

(LT: Mi opinión (obviamente diferente, para los que me siguen en FB) la publicará El Comercio el próximo miércoles. Dicho sea de paso si se lee a Martin Carnoy de Stanford y a Yong Zhao de Kansas se encontrarán sustentaciones distintas-opuestas a las de los otros académicos consultados por The Economist)

#3 También hay fans de PISA. Es bueno leer de todo para formarse criterios propios.

ANDRÉS OPPENHEIMER El desastre educativo de las Américas. Sostiene que: «En Singapur y Pekín, visité los institutos privados nocturnos que enseñan matemáticas, ciencias e inglés, y me sorprendió verlos repletos de estudiantes hasta altas horas de la noche. A las 9 de la noche, vi a estudiantes sentados en sus pupitres con los mismos uniformes escolares con los que habían salido de sus casas a las 6:30 de la mañana.

Lo que es más, sus padres y abuelos estaban sentados en la parte de atrás del aula, matando el tiempo leyendo revistas, para luego llevarlos a sus casas. Una parte considerable de la población de estos países tiene una cultura familiar de educación: los padres y los abuelos invierten gran parte de su tiempo y dinero en la educación de sus hijos»

(LT: Mi opinión (obviamente diferente, para los que me siguen en FB) la publicará El Comercio el próximo miércoles. En el caso de Oppenheimer coincido con las conclusiones pero no con su admiración a los resultados de PISA porque el retraso al que alude no requiere de PISA para reconocerse, ni requiere poner a PISA como el referente para reformular la educación de nuestros países, entre otras razones porque las habilidades del pasado no equivalen a las requeridas para el futuro, aunque en EE.UU. suele ser una convicción muy popular. Por lo demás no imagino que la familia y cultura latinoamericana pueda ni quiera reproducir el modelo de estudiante asiático que describe)