¿Quieren entretenerse con un espectáculo de gran calidad artística y con connotaciones profundamente peruanas? Les recomiendo ver “Landó”, la reciente obra de la compañía de circo-teatro “La Tarumba”, que ya es un ícono en la educación, el arte y la cultura peruana. Es una oportunidad para disfrutar de un excelente espectáculo pero además para que los niños y jóvenes con gran talento en campos escolares que no necesariamente pasan por las letras o los números, puedan observar cómo es que se puede llegar muy lejos cultivando otras habilidades, como las del cuerpo, la música, el teatro, la magia, el humor, que aún están muy poco valorados en la escuela tradicional.

En ese terreno innovador se ubica el aporte del circo-teatro “La Tarumba” por cuyos talleres han pasado miles de niños y jóvenes a lo largo de 26 años de vida productiva, y cuyas presentaciones públicas de circo son magníficas culminaciones de esos procesos educativos.

Con su trabajo, dan forma concreta a la teoría de las inteligencias múltiples que postula hace décadas el psicólogo Howard Gardner de la Universidad de Harvard, mediante la cual trató de explicar porqué Pelé, Fernando Savater, Anthony Hopkins, Anatoly Karpov, Paul McCartney, Dalai Lama ó Nelson Mandela y tantos personajes más son personas brillantes e innovadores, aunque difícilmente podrían demostrar su talento a través de las tradicionales pruebas escolares y universitarias de aptitudes verbales o numéricas.

La Tarumba se merece un sitial en la sociedad de los innovadores, de los genios de la creatividad, de los gestores de proyectos arriesgados pero sensatos, y sobre todo, en el mundo de los que creen que el Perú es capaz de producir cosas destacadas gracias al talento de su gente.

En estos momentos han estrenado “Landó”, con la brillantez habitual. Junto con su anterior obra “Hechicero”, combina los actos circenses con motivos peruanos, con música peruana muy diversa y con caballos de paso tan característicos del Perú. Este enfoque artístico eminentemente peruano marca la propuesta de identidad nacional que presenta La Tarumba para este período de celebraciones patrióticas, que es altamente recomendable para personas de todas las edades.

Artículos afines

Una trapecista escuchando las señales de su cuerpo. En el circo, volar con confianza por el aire requiere una comunicación constante con sus compañeros artistas. Vea cómo la trapecista y educadora Adie Delaney les enseña a sus alumnos sobre la confianza y la seguridad en el trapecio, y les brinda lecciones útiles para navegar la vida cotidiana en el suelo.

Innovaciones Educativas que nos enorgullecen