Antes de definir cuál es el colegio más adecuado para su hijo, usted debe tomar en cuenta que no existe “el mejor colegio” a secas. Cada colegio tiene componentes que según ciertos criterios pueden ser favorables y según otros desfavorables, y reflejar un “mix” que para unos es lo óptimo y para otros no. A lo más a lo que pueden aspirar los padres es a determinar el que sería “el mejor colegio para mi hijo, dadas sus características y nuestras expectativas”. Una vez clarificado eso, empieza el proceso de selección de opciones y elección.

1. Colegio solo para hombre/mujeres ó coeducación: Los partidarios de la coeducación enfatizan que “así es el mundo” (con hombres y mujeres) y deben aprender a convivir dentro de él. Los partidarios de un solo género consideran que permite un mejor tratamiento de los temas particulares de su propio género, una mayor coincidencia en las etapas de desarrollo sexual e intelectual de los alumnos y menores tensiones en las relaciones entre hombres y mujeres (lo que algunos religiosos llamarían “menos tentaciones”).

2. Colegios de habla extranjera: que proponen preparan mejor para el mundo globalizado. Suelen ser más caros y promover una inserción social en un grupo de nivel medio-alto que interesa a muchas familias. Los opositores consideran que esos colegios producen un débil arraigamiento en la identidad peruana.

3. La capacidad económica de la familia (Al alcance del bolsillo) siendo conscientes que los costos educativos son crecientes en el tiempo

4. Las prioridades y estilos básicos del centro educativo: ¿Forman buenas personas o buenos postulantes? ¿Se enfatiza el desarrollo de la personalidad y la moral, o fundamentalmente interesa el cultivo del intelecto y el ingreso lo más rápido posible a la universidad?

5. Calidad de los canales de comunicación entre profesores y alumnos o padres: ¿Hay comunicación o conflicto? ¿Cómo reacciona el colegio cuando un padre se queja de algún problema: toma represalias o es acogedor y procura encararlos? A través del estilo de comunicación, los padres perciben cuánto el colegio conoce y se preocupa por sus hijos, y cuánto les importa lo que pasa con ellos.

6. El clima institucional: ¿Se respira cordialidad, tranquilidad, confianza, o más bien rivalidad, competencia, tensión, desacato? ¿Se acerca o aleja a los padres?

7. Estilo disciplinario: ¿Es una disciplina represiva y dogmática, o es una disciplina firme pero comprensiva, que reconoce que la violación de las normas no es necesariamente una falta de respeto a la autoridad, sino una sana confrontación de un niño con los límites, para poder incorporarlos paulatinamente a su autodisciplina?

8. Capacidad de proyectarse al futuro: ¿Incorpora la modernidad al quehacer educativo? Un colegio que no cambia y que tampoco innova ni crea, se estanca y envejece. Además no tendrá la capacidad de transmitir a los alumnos la exigencia de revisar permanentemente todo lo que se hace para actualizarse y mejorarlo.

9. Actualización de docentes: ¿Existe una rutinaria actualización y rotación razonable de profesores? Esto se refleja en la asistencia frecuente de los profesores a cursos de actualización.

10. La dimensión psicológica: Es importante preocuparse por la estabilidad emocional de los alumnos, su equilibrio psicológico, su capacidad de tolerar frustraciones, que posean una autoestima fuerte, que tengan confianza en sí mismos, capacidad de socializar fluidamente y enfrentar con seguridad lo desconocido. Todo esto requiere que los jóvenes sean mentalmente sanos y fuertes. ¿Se preocupa el colegio de esta dimensión?

11. Los valores y la dimensión espiritual: si somos capaces de sentir y entender que cada uno tiene una misión que va mas allá de nuestra existencia física, tendremos un refugio y un referente para seguir bregando por ideales y con la convicción, que mas allá de nosotros hay un sentido para las cosas. La pregunta es: ¿Hacen en el colegio ese esfuerzo por enseñarle a los alumnos a rendir cuentas a sus conciencias o a Dios, de tal manera que los impulse a tener actitudes éticas en sus vidas?

12. Aquellos padres que son promotores de un colegio o trabajan en un colegio como profesores o autoridades y tienen la opción de matricular a sus hijos en el mismo colegio, deberían pensarlo varias veces y hacer el análisis costo – beneficio (usualmente un ahorro en pensiones, tiempos y traslados), no solo desde la mirada de ellos sino de sus hijos. Ellos se sentirán invadidos en su privacidad escolar y desarrollarán dificultades de comunicación en casa propias de quien no puede distinguir entre padre/madre y autoridad escolar. Así mismo, las dudas continuas respecto a la equidad con la que será tratado el alumno por parte de profesores y compañeros que saben que es hijo de… y no un alumno o alumna igual a todos los otros.

13. Finalmente es fundamental entender que la elección de un colegio, debe corresponder a una decisión de la pareja de padres, tanto para el caso de que su hijo sea aceptado en el colegio elegido como primera prioridad, como especialmente en el caso que tengan que resignarse a elegir alguno que no era el inicialmente preferido.

Si un padre o una madre no está de acuerdo con la decisión de su pareja, aunque se resigne a ella, la saboteará cada vez que pueda. Este sabotaje puede expresarse en no-cooperar, culpar a la pareja por el colegio elegido cada vez que el hijo tenga problemas, hablar mal del director o de algunos profesores, etc. Todo ello perjudicará al hijo que asiste al colegio

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¿Es mejor el colegio más selectivo?

Ian Vásquez, Instituto Cato, El Comercio 17 12 2016 PISA y la educación privada, por Ian Vásquez: «A más escuelas privadas, el desempeño tanto de las escuelas públicas como de las privadas mejora».

Religioso, bilingüe, costoso o cercano a la casa. Deben tenerse en cuenta el talento de los niños.

 

Creemos que nuestros hijos tienen que ir a un buen centro, el mejor dentro de nuestras posibilidades, pero ¿cómo realizamos esta selección?
«Gamo, invitaba no solo a los padres , sino también a los docentes, a ser desobedientes cuando la ocasión lo merezca, como son las pruebas de evaluación externas. Si queremos que nuestros hijos sean críticos, debemos serlo nosotros mismos, obedecer y ser sumiso puede sonar políticamente correcto, pero así no es como se generan cambios en la sociedad.
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El reportaje mostró que niños pequeños son expuestos a “asuntos de adultos”, similares a las entrevistas de trabajo, o exámenes de ingreso a la educación superior.
«Los aspectos en que las familias se fijan al elegir colegio son multifactoriales, muchas veces más relacionados a comunidades socioculturales de pertenencia que a proyectos pedagógicos particulares. El resultado es una ‘complicidad mutua’ entre colegios y familias, reñido con un principio elemental de justicia educativa, al configurar las trayectorias educativas de los niños en base a aspectos arbitrarios y extremadamente tempranos de sus vidas, indagados y detectados con “pinzas” en los procesos de selección por parte de los colegios.»