El portal educarchile publicó el 7 de enero del 2009 una importante reseña de la conferencia dada en Chile por Michael Barber co autor del Informe McKinsey y asesor de Tony Blair para la reforma del sistema educativo de Inglaterra. Su propuesta logró que se elevase significativamente el desempeño de los alumnos hasta acercarse a los más elevados estándares internacionales (http://www.educarchile.cl/Portal.Base/Web/VerContenido.aspx?ID=192902)

El informe McKinsey: “Cómo ser superior: Lo que funciona en la educación” (The Economist 18/10/2007) lo reseñé para el diario Correo el 14 3 2008 bajo el título McKinsey contextualizado. Conviene recordar que lo esencial del informe radica en dos asuntos. 1) En base a sus hallazgos sobre los países que tienen una educación escolar exitosa a juzgar de los resultados de PISA, recomienda hacer tres cosas: conseguir los mejores profesores, sacar lo mejor de los profesores, y dedicarse personalizadamente a todo niño que se vaya quedando rezagado. 2) Cita estudios en Tennessee y Dallas que muestran que si se pone alumnos de habilidad promedio en manos de profesores del 20% superior de su profesión, los alumnos terminarán en el 10% superior del rendimiento, y si se los pone en manos de profesores del 20% inferior, terminarán al fondo de la tabla. La calidad del profesor afecta el desempeño del alumno más que cualquier otra cosa. El informe McKinsey habla de que los mejores profesores, juzgados por su acción docente, son los que logran los mejores resultados en sus alumnos.

Michael Barber en su conferencia en Chile puso especial énfasis en la selección y formación de profesores, así como en la importancia de elevar la valoración social de los docentes ingleses. Eso lo logró con varias estrategias que incluyeron significativos aumentos en los salarios de los profesores, que en ocho años subieron en 50%. Junto con ello se llevó a cabo una fuerte campaña publicitaria para atraer a los jóvenes a las carreras pedagógicas con el mensaje “ser maestros es trabajar con gente inspirada”. La idea era captar a los mejores estudiantes y formarlos bien, con lo cual se logró cambiar sustancialmente la cantidad y calidad de postulantes especialmente en las carreras de matemáticas, ciencias y tecnología. Para ello además se elevó la exigencia formativa para las carreras de pedagogía. En 5 años se levantó la percepción social de la carrera. Subió del lugar 92 (sobre 150) en el año 2000 al primer lugar en el año 2005.
Barber procuró atraer a la pedagogía a los mejores profesionales sin importar la carrera que hubieran estudiado anteriormente. Si tenían vocación se les daban las facilidades para estudiar en horarios vespertinos, después de su trabajo, pero exigiendo el cumplimiento de las mismas exigencias académicas de cualquier otro estudiante universitario. Esta fue una estrategia fundamental, pero además se vio favorecida cada vez que la situación económica aumentaba el desempleo profesional, porque eso proveía a la sociedad inglesa de un potencial de futuros profesores que surgirían de complementar su formación profesional original con la de la pedagogía.

Barber analizó los sistemas educativos de los países líderes de PISA y aprendió varias cosas que le sirvieron de plataforma para las nuevas ideas a aplicar en Inglaterra. De Finlandia aprendió que en cualquier año, el 30% de los alumnos reciben apoyo de educación diferencial o especial para no rezagarse. De Shangai aprendió la importancia de la planificación de las clases en equipo por parte de los profesores, socializar los resultados y compartir experiencias. Allá los profesores tienen que observar como hacen clases los demás. De Japón aprendió que las unidades de trabajo son planificadas por cuatro profesores, que luego observan sus clases mutuamente y opinan sobre los resultados, aprendiendo unos de otros.

Para que todo esto pueda funcionar eficazmente se requiere un director especialmente formado y que sepa organizar adecuadamente el colegio, capaz de fomentar una cultura de aprendizaje dentro de la escuela. Los directores deben disponer de tiempo para dedicarlo a visitar las aulas, observar, hablar con los docentes, estar empapado de lo que ocurren en el terreno.

Otro factor importante de la reforma es el financiamiento equitativo, privilegiando a los niños más pobres, a contracorriente de lo que suele ocurrir en los sistemas en los que se asume un financiamiento igual para todos. Eso debe incluir un importante mejoramiento de la cobertura y calidad de la educación pre escolar.
Finalmente, la evaluación social se basa en la combinación de presiones (fiscalización y verificación de resultados y calidad) y apoyo (incentivos y premios) para mejorar. La presión hacia el cambio es importante, pero siempre guardando un balance, cuidando de no desmoralizar a los docentes pero a la vez de no volverlos autocomplacientes.

En suma, hay mucho para aprender de las experiencias de otros países.