La exclusión no es una teoría sociológica, es un concepto nacido de la realidad socioeconómica objetiva que muestra que buena parte de los peruanos no tienen acceso al bienestar del que es capaz de proveer el Perú a los beneficiarios de los logros de la modernidad. El pobre de hoy probablemente lo fue desde sus tatarabuelos y los serán sus bisnietos. (A diferencia de EEUU, Europa, más recientemente Japón, Corea del sur, Taiwán, China, etc).

Es difícil lograr el ascenso social para el pobre si es que no tiene una buena educación, lo que lo condena la pobreza en países en los que no hay movilidad social si no se posee una educación de calidad. Si no se pone a disposición de los peruanos los instrumentos educativos y culturales de redistribución y movilidad social no les dejamos ninguna opción dentro de la vida democrática y legal para lograr su ascenso social.

Una de las pocas actividades que puede desempeñar una persona pobre con un nivel educativo básico para ganarse la vida es el de ser chofer. Es una actividad que no requiere gran preparación intelectual sino más bien una habilidad motora y destreza psicomotora que no se necesariamente adquieren en la escuela. Ahora eso también será prohibido.

Cuando los diarios publicaron las condiciones para los aspirantes a obtener licencias de conducir que figuran en el Reglamento Nacional de Licencias de Conducir Vehículos Automotores y No Motorizados de Transporte Terrestre DS 040-2008 MTC del 18/11/2008, me llamó poderosamente la atención que se colocara como requisito común en las nueve categorías distintas el haber terminado la secundaria. Además de ello, para las categorías más simples se requiere tener por lo menos 18 años, certificado médico de aptitud psicosomática, certificado de aprobación de normas de tránsito, aprobar el examen de manejo y pago por derecho de tramitación.
Busqué entre los considerandos del decreto las razones que sustentan tal requisito y no encontré ninguno. Busqué estadísticas del sector que evidencien que en los antecedentes de accidentes de tránsito, el tener nivel educativo que solamente llega a la educación primaria evidencia un mayor riesgo de accidentes que en del caso de quienes poseen educación secundaria o superior, y tampoco encontré ninguna evidencia.

Entonces, ¿a qué responde esa arbitrariedad? Posiblemente a la infravaloración cultural de los derechos ciudadanos de quienes no tienen secundaria completa.
Es sabido que en el Perú haber completado la secundaria no garantiza el dominio de ninguna habilidad. Todas las pruebas nacionales muestran que hay alumnos de 5to de secundaria que ni siquiera comprenden lo que leen, pero a su vez, que hay egresados de primaria que sí dominan esa y otras habilidades que se adquieren en la escuela. También es sabido que los más altos índices de no compleción de secundaria en el Perú corresponden a los más pobres, especialmente en zonas periféricas, rurales e indígenas.

En suma, colocar el requisito de tener secundaria completa, no garantiza ninguna solvencia académica pero lo que sí hace es discriminar nuevamente a los más pobres del Perú.
Si un peruano sin educación secundaria completa es capaz de aprobar los exámenes psicosomáticos, de conocimientos de las normas de tránsito –para lo cual tiene que poder comprender lo que lee en los exámenes-, ¿porqué habría de excluírsele de la posibilidad de sacar una licencia de conducir? ¿Porqué excluirlo de una actividad sencilla que puede permitirle ganarse la vida sobre todo en las zonas más pobres del Perú? ¿Porqué considerarlo inepto por definición por el solo hecho de no haber terminado la secundaria?
Invoco a las autoridades a revisar este requisito.

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