Estando fuera del Perú, me informo diariamente del acontecer nacional vía Internet. Así, el 20 de julio me enteré por Andina que el presidente Alan García había anunciado que según el informe de consultores internacionales del Instituto Internacional de Investigación Educativa para la Integración del Convenio “Andrés Bello” (que proceden de México, Alemania, Bolivia, Cuba y Perú) se habían alfabetizado 1’300,000 personas con el PRONAMA (dirigido por Ángel Velásquez) y que el 80 % de los evaluados muestran resultados satisfactorios en los aspectos de comprensión de lectura, expresión escrita, legibilidad en la escritura y cálculo matemático”.

Se recogió información a través de encuestas y entrevistas a unos 16,016 participantes de 26 regiones del país, 104 provincias y 170 distritos luego de casi tres meses de un exhaustivo estudio. Según los autores este estudio tiene un 95% de confiabilidad. Constó de dos etapas en las cuales se buscó conocer el impacto del programa de alfabetización en la vida personal, familiar y laboral de los alfabetizados, así como su grado de comprensión lectora, su expresión escrita, legibilidad y su habilidad y destreza en el cálculo matemático básico.

El informe también dice, siempre según Andina, que el 92% de los alfabetizados se sienten más seguros y útiles, facilita su participación en las decisiones de su comunidad, además contribuyó a reducir los índices de maltrato a la mujer y a la equidad de género.

Así este informe permitiría evaluar la promesa que hiciera el presidente Alan García en el año 2006. Recordemos que anunció en Pacaycasa, Ayacucho, el 8 de septiembre –“Día Internacional de la Alfabetización”–, que en un año no quedarían analfabetos en Huancavelica y Ayacucho, y que en cinco años la tasa nacional bajaría del 11% al 4%. Los datos de ENAHO-INEI mostraban entonces que el 10.9% de la población peruana de 15 años o más era analfabeta, promedio que escondía la diferenciación entre varones (25%) y mujeres (75%), y entre rurales (21.1%) y urbanos (5.5%), expresada por ejemplo en las diferencias entre Apurímac (23%), Huancavelica (22%), Ayacucho (20%), Cajamarca (19%) y Huánuco (17%) con respecto al Callao (1.8%), Lima Metropolitana (2.2%) e Ica (3.5%). Además en el caso rural se trata usualmente de mujeres mayores de 35 años, pobres, que no dominan bien el castellano y que viven en zonas muy alejadas e incomunicadas.

La noticia es muy prometedora. Los estudios sociológicos universales enseñan que la persona que deja de ser analfabeta es más productiva, mejora sus ingresos, tiene menos hijos y éstos están mejor atendidos, nutridos, criados; se enferman y mueren menos. Es decir, a la par que los padres que dejan de ser analfabetos ascienden en su nivel educativo y productivo y los hijos mejoran su nivel de vida, se genera un ahorro a la familia y al Estado, que pueden usar el dinero en otras mejoras.

Es decir, alfabetizarse es un “buen negocio” para todos y constituye una justificada inversión estatal para el desarrollo del capital humano nacional.

Pensando en que esta es una muy buena noticia para comentarla, busqué el informe detallado en al Web del ministerio de educación, pero no aparece. De modo que tendré que esperar que aparezca para entender mejor su contenido. Así que aprovecharé esta columna para aplaudir al gobierno por lo que haya logrado en este campo y de paso compartir dos de las preguntas que mas me intrigan cuya respuesta espero encontrar en el informe una vez que este disponible en la Web del ministerio.

1) ¿Qué significa que los alfabetizados obtienen “resultados satisfactorios en los aspectos de comprensión de lectura, expresión escrita, legibilidad en la escritura y cálculo matemático”?. En concreto, ¿qué es lo que saben hacer después de unas 200 horas de trabajo de alfabetización?. Recordemos que según las evaluaciones del propio ministerio 85% de los alumnos de 2do de primaria de la educación básica al final del grado no entienden lo que leen ni pueden hacer cálculos básicos. ¿Quiere decir que los adultos alfabetizados en 200 horas aprenden más que los niños en la escuela al cabo de 2,000 horas?

2) ¿Cómo se ha medido que “contribuyó a reducir los índices de maltrato a la mujer”?

3) ¿Se cumplió la promesa presidencial de haber erradicado totalmente el analfabetismo en Huancavelica y Ayacucho?

Sabemos que el presidente García con frecuencia hace anuncios triunfalistas e inexactos (como el de que creceremos al 6.5% en el 2009) y promesas improvisadas que no se cumplen. De allí la importancia de saber cuál es la verdadera magnitud de los logros obtenidos y si esta vez las promesas y anuncios sí se corroboran con lo que el informe dice de la realidad.

Esperaré a que se publique el informe para volver a comentarlo.

 

Reporte periodístico afín

Diario 16 Política | Abril 8, 2012

Proceso de alfabetización de Alan fue un cuento

En setiembre del 2006 se creó el Programa Nacional de Movilización por la Alfabetización (Pronama) para alfabetizar a 2 millones y medio de peruanos analfabetos entre 15 años a más. Nunca se logró esa meta, ni siquiera llegar al millón de alfabetizados. Sin embargo el 13 de junio del 2011 Alan García anunció “Perú Libre de Analfabetismo”. Afirmó que durante su gestión se había alfabetizado 1 millón 670 mil 615 personas. Sin embargo, el INEI en el año 2010 estimó que la tasa promedio de población de 15 años a más que no sabía leer ni escribir era un altísimo 7.4%.