La PCM ha puesto en circulación el documento “Logros del Gobierno” julio 2001-diciembre 2003, los cuales pasaron desapercibidos por la población porque ésta ya no espera nada inteligente y acertado de un gobierno percibido como incompetente y carente de credibilidad. El caso más reciente es el anuncio del aumento magisterial de 115 soles, 70 en mayo y otros 45 en agosto, el cual no ha sido percibido como un esfuerzo del gobierno y fue apenas noticia de dos días. ¿Por qué?

A principio de su mandato, el presidente Toledo prometió duplicar el porcentaje del PBI destinado a la educación. Luego decoró su promesa diciendo que duplicaría el sueldo magisterial. Después suscribió el Acuerdo Nacional para aumentar anualmente el 0.25% del PBI para educación. Hasta ahora no ha cumplido ninguna de esas promesas. Lo curioso es que los 115 soles, sumados a los 150 ya aumentados, han levantado el sueldo magisterial en casi 35% para el trienio y, si sigue así, podría llegar al 60% de aumento al final del quinquenio, que sería la mejor cifra de aumento para los maestros de los últimos gobiernos. Sin embargo, pasará desapercibido, porque se seguirá prestando atención a la insatisfacción que produce el incumplimiento de las promesas iniciales.

Las lecciones que se derivan de esto son varias.

1. Para los candidatos: si prometen lo que no piensan cumplir, no se sorprendan de tener 8% de popularidad a mitad del mandato.

2. Para los gremios: el que no patalea, no cobra. Si no hay huelgas o amenazas de hacerlas, no se consigue nada.

3. Para el sector: cuando se negocia bajo amenaza de huelga, se negocia mal. Este gobierno no ha podido comprometer al magisterio con ninguna exigencia concreta vinculada a la calidad de la educación.

4. Las buenas noticias en el marco de las promesas incumplidas pasarán desapercibidas. Pregúntenles a los niños si de cada 10 promesas de sus padres éstos cumplen solamente 9, ¿cuál de ellas queda grabada en su mente? Aquella que no se cumplió, porque es la que indica que la palabra de los padres no es confiable, lo que deja heridas abiertas y recriminaciones.

El presidente Toledo debería dirigirse a la nación, disculparse explícitamente por sus incumplimientos y errores garrafales, y pedir apoyo para implementar propuestas factibles para los próximos 30 meses. Quizá eso ayude a recuperar algo de confianza en el sistema democrático