Un reciente informe del World Economic Report nos ubica entre los últimos países en materia de enseñanza. Educador de amplia trayectoria, León Trahtemberg lanza una propuesta para empezar a revertir la deteriorada calidad de la educación peruana.

A boca de jarro y sin temor a equivocarse, debido a sus intensos estudios y análisis de la realidad educativa peruana, Trahtemberg afirma a revista Cosas que “El Perú está en una situación de suicidio social, porque la promesa de salir de la pobreza, a través de la educación, se está extinguiendo”.

Tan precaria es la educación pública en nuestro país, que el reciente informe del World Economic Report nos ubica entre los últimos en materia de enseñanza. Es decir que los éxitos macroeconómicos y comerciales que grita a los cuatro vientos el gobierno se contradicen con el fracaso en la formación escolar de nuestros educandos. ¿Basta, acaso, con ampliar el presupuesto para el sector educación, con evaluar y descartar a los malos maestros, con enseñar más horas en los colegios, con crear el Colegio de Profesores o con culpar de todo lo malo al sindicato magisterial? Ésas son algunas interrogantes que León Trahtemberg responde hasta llegar a una conclusión lógica y preocupante: “En el Perú, el que nace pobre, muere pobre, y el presidente García sólo está gobernando para los sectores modernos de la economía”.

Trahtemberg propone seleccionar anualmente a los mejores mil maestros del país para convertirlos en una vanguardia de líderes-asesores que actuando desde el interior de cada institución educativa ejecuten un “chorreo” de calidad educativa en los colegios de todo el Perú. También anuncia cambios en su vida profesional.

–¿El 2007 fue un año positivo para la educación?

–Muchas medidas tomadas, que evaluadas aisladamente, parecerían tener sentido; pero, precisamente, por ser aisladas no han tenido efecto en el mejoramiento de la calidad de la educación. Por ejemplo, está bien que se repartan libros y computadoras ó que los alumnos y maestros sean evaluados. El problema es que si no se hacen acciones articuladas en conjunto para generar sinergias positivas, no va a haber una mejora.

–¿Cómo se tendría que actuar para empezar correctamente?

–La matriz la ha planteado el Consejo Nacional de Educación a través de seis objetivos y treintaitrés políticas para el corto, mediano y largo plazo, que tienen que ver con el tratamiento de la infancia, los maestros, la calidad de la educación, los recursos financieros, la universidad y la sociedad en su conjunto.

–Pero, ¿con cuál empezar?

–Con el maestro. En todas partes del mundo, con buenos maestros hay buenos alumnos, así de sencillo. El techo del maestro marca el techo el alumno.

–¿Bastaría con la capacitación?

–Las capacitaciones masivas fuera de los colegios son absolutamente inocuas. Yo plantearía una convocatoria para identificar a los cinco mil mejores maestros del Perú. Los sometería a una formación de un año, muy rigurosa, de la cual obtendríamos mil o mil 500 docentes de excelencia. Esos maestros que toleraron una formación equivalente a una maestría de alto nivel se convertirían en la masa crítica de excelencia docente, la vanguardia de especialistas que serían repartidos por todo el país, y a través de ellos, el Ministerio de Educación y las regiones podrían empezar a implementar sus políticas de mejoramiento de la calidad educativa.

–¿Como directores de colegios?

–Algunos de ellos deberían ir a los institutos pedagógicos para replantear allí las cosas; otros deberían ir a los colegios como directores y otros como asesores-orientadores del equipo docente. En lugar de que la capacitación de maestros se haga en las universidades, yo enviaría a estos profesores especializados a los colegios. A cada especialista le daría la responsabilidad de tres o cuatro colegios para que acompañen a los equipos docentes y hagan capacitaciones in situ ayudando en su desarrollo institucional y su enseñanza en matemáticas, lenguaje y ciencias. Este sistema de cascada impactaría más directamente en los equipos docentes de cada colegio.

EDUCACIÓN CON ECO

–¿Habrá un chorreo educativo?

–Un chorreo, pero gracias a la existencia de operadores del chorreo. Formas una masa crítica de operadores de ese chorreo de planteamientos que hará el Ministerio de Educación, para asegurarse de que llegue a las escuelas y les enseñen a hacer las cosas bien.

–¿Tan dramático es el asunto de la educación?

–El Perú está en una situación de suicidio social.

–¿Sólo en materia educativa?

–Es que la educación es el soporte de todo el desarrollo social. Además, cuando los peruanos descubren que la escuela pública dejó de ser una promesa de igualdad de oportunidades para convertirse en una condena para la inequidad permanente, se acabó la posibilidad de que la escuela se convierta en la escalera que te saque de la pobreza. La tradicional manera de salir de la pobreza era estudiar, ir al colegio, y gracias a eso lograr un ascenso educativo que se tradujera en un ascenso social, económico y cultural que permitiera salir de la pobreza. Esa escalera, para conectarte con la modernidad, con la vida productiva, con el siglo XXI, está desaparecida. Hoy en día el que nace pobre, muere pobre. La promesa de salir de la pobreza, a través de la educación, se está extinguiendo.

–La promesa de desaparecer el analfabetismo el 2011 y bajar al treinta por ciento la pobreza, ¿ayudarán en algo?

–Eso está bien para levantar el piso. ¿Pero acaso eso levanta el techo? ¿Eso va a generar los científicos y tecnólogos de vanguardia que a partir de mañana generen la ciencia y tecnología capaces de producir patentes que permitan al Perú competir con ventaja frente a las importaciones que trae la globalización comercial y los TLCs? No veo propuestas agresivas en esta dimensión de la educción.

¿Ha empezado bien el gobierno en el tema educativo este 2008?

La intención de seleccionar a los mejores maestros, al tercio superior de todos los postulantes a una plaza, está bien, pero las medidas que anuncia no parecen auspiciosas para ese fin. A los egresados titulados de pedagogía y universidades se les informa retroactivamente que los que no hayan sido parte del tercio superior deberán dar por anulados sus títulos otorgados a nombre de la nación, porque no podrán presentarse a los concursos de plazas docentes. Además, el tercio superior de una institución mediocre no garantiza calidad alguna. Debió plantear su objetivo de otra manera.

OJO CON EL CHAVISMO

–¿Cómo se expresa el descontento por el abandono a su suerte de todos estos peruanos que no acceden a justicia, salud y educación de calidad?

–Ésta se expresa escogiendo en las elecciones a un outsider, generalmente dictatorial y radical. Ésos son los casos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Perú con Fujimori. Casi ocurrió en México y nuevamente en Perú en el 2006. Los marginados que desean un cambio apuestan por posturas anti-sistema. En el fondo esa votación expresa un grito de impotencia a la inversa, es decir, “si yo no tengo nada que ganar, que los defensores del statu quo tampoco ganen”.

–¿Cuál será el costo político para el Perú si no se enmienda esta situación?

–Puede traer consecuencias en las elecciones a nivel nacional o regional, es decir, con resultados que responderán a esa famosa demanda de “que se vayan todos: intelectuales, políticos, empresarios, porque con sus beneficios impiden mi bienestar”. Ésa es la parte suicida en el Perú, porque si no damos esperanza a la gente de poder salir de la pobreza, simplemente nos estamos suicidando. Prácticamente, estamos invitando a que un Hugo Chávez o un nuevo Fujimori se instalen en el Perú.

–¿Allí aparecen los aprovechadores de esta coyuntura?

–En el 2006 el outsider, el salvador se llamaba Ollanta Humala, pero el nombre cambia cada cinco años. Antes fue Velasco, Fujimori, Humala; el apellido cambia, pero no el rol del salvador que hace el clic con el electorado desesperanzado. Y mientras más desconocido sea ese salvador, tanto mejor para él y sus propósitos.

–¿Somos un país ignorante? Lo digo por la precaria educación que es un fenómeno de décadas.

–Somos un país insensible, porque no nos damos cuenta del daño que le hacemos a la gente al no darle, por ejemplo, servicios básicos como agua, luz, justicia, salud, educación. Este fenómeno de exclusión, si se hace crónica, finalmente va a rebotarle en la cara a la gente que sí cuenta con todos esos beneficios. Eso ocurre cuando la inclusión de unos implica la exclusión de otros.

¿Cómo así?

–La gente que forma los sectores D y E –que son la mayoría–, para ser incluidos va a terminar apostando por la exclusión de los sectores A y B, escogiendo en las elecciones a un candidato radical que ganará con propuestas que perjudican a los sectores más altos que son los que actualmente gozan de los beneficios.

–¿García equivoca el rumbo?

–El Presidente no gobierna por igual para todos los peruanos, porque prefiere hacerlo para los sectores modernos de la economía. Los incentiva y asume sus banderas, como la del TLC. Con ello atiende las expectativas e inversiones demandadas por los niveles A, B y a veces C, pero los sectores D y E que necesitan de una intensa promoción social no la reciben.

FELICIDAD DEL CAN

–¿Qué opina del perro del hortelano escrito por García?

–Aborda con fluidez los temas económicos que le dan prestigio en las elites y borran malos recuerdos. No encontré en esos artículos los temas sociales. Cuando aborda las necesidades de reformar el estado se olvida que él es el presidente responsable de hacerla.

–¿García gobierna, entonces, para lavar su imagen?

–Está tratando de evitar los errores económicos de su anterior gestión, aunque guardando las distancias del contexto, siguen habiendo algunas similitudes: control del precios de petróleo y alimentos importados, porque los aumentos lo perjudican en las encuestas, y expansión del gasto que sobreacelera la economía, con riesgo de inflación interna que puede llevar a una frenada de gasto público que es socialmente fatal. Ojalá Carranza y compañía no pierdan la brújula.

–¿Qué opina del ministro de Educación?

Creo que Antonio Chang es de lejos el ministro de educación con más autoridad, liderazgo e iniciativas de las últimas décadas. Ese es un activo importante para el país que necesita poner el tema educativo en la agenda pública permanentemente. El problema es que no siempre cocina ni consulta bien las medidas que anuncia y se choca con errores y críticas severas que podrían haber sido evitados con más consultas previas, para beneficio de la mejor recepción de sus propuestas.

¿Qué opina sobre la ley de la carrera magisterial?

En esencia es una buena ley, que procura introducir los méritos como factor de ascenso en el escalafón salarial y los deméritos como factor de retiro del mal docente. Eso beneficia a los alumnos. El problema es que sin buenos sistemas de evaluación y capacitación para el reciclamiento docente, la aplicación de la ley podría resultar arbitraria, porque podría castigar al docente por un desempeño mal evaluado, o por la formación precaria que recibió pese a que se tituló a nombre de la nación.

–¿Qué se debe hacer con el Sutep?

–El Sutep no debe ser visto como un enemigo para vencer sino un sindicato con el que hay que lidiar. El Ministerio de Educación debe plantear sus políticas y propuestas, conversarlas con todos los actores sociales incluyendo al Sutep, aunque no les haga caso en sus demandas que a veces son disparatadas. Pero su objetivo no puede ser vencer al Sutep. La guerra contra el Sutep no puede ser la política del sector.

–¿Hay o no un rebrote de la ideología senderista en las universidades?

–Sucede que la violencia social ocurrida entre 1980 y el 2000 no se procesó, como lo recomendó la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). No se han asumido las consecuencias emocionales del conflicto, no se acogieron las recomendaciones del CVR, ni se ha resarcido a las víctimas. El senderismo en la universidad es el síntoma del rebrote de una enfermedad mal curada que puede volver a aparecer, aunque con otros símbolos.

–¿Sendero no ha muerto?

–La muerte de Sendero debió darse con la reparación a las víctimas y llevando a todos los victimarios ante la justicia. Lamentablemente, todavía hay grupos políticos que no aceptan las recomendaciones de la CVR. Es decir, no existe un consenso nacional de lo que realmente ocurrió con el terrorismo para que no vuelva a pasar. No se ha dado esa terapia; por lo tanto, las heridas emocionales de la gente afectada, resentida con el Estado, siguen abiertas.

–Pero ahora se habla del narcoterrorismo.

–Existe el agravante de que los senderistas se unieron al narcotráfico y ahora se dan servicios mutuos. Si nos remitimos a las cifras de crecimiento de mafias, crímenes, tráfico, procesos judiciales abiertos y consumo, veremos que el Perú está en peligro de convertirse en un narcoestado.

Finalmente, ¿cuál es su futuro como profesional dedicado a la educación, ¿Seguirá como director en el colegio León Pinelo?

Ya no. Mi ciclo al frente del colegio León Pinelo esta concluyendo muy pronto. Me encantaría dedicar el siguiente tramo de mi vida al desarrollo de un proyecto educativo de vanguardia, que sea realmente muy innovador. Estoy evaluando algunas propuestas.

Espero que desde ellas podré aportarle mi experiencia al Perú.

REVISTA COSAS # 386