SEMANARIO REGIONAL EXPRESION (Lambayeque) *
Edición Nº 734, Chiclayo, del 29 de setiembre al 6 de octubre de 2011
LEÓN TRAHTEMBERG: “ES DIFÍCIL QUE HUMALA INCREMENTE PRESUPUESTO PARA EDUCACIÓN”
Invitado por Expresión para presentar una magistral conferencia referida a la responsabilidad en el sector público y privado, el reconocido experto en educación y periodista León Trahtemberg, habló sobre la situación de la enseñanza en el país, sus problemas, limitaciones y las oportunidades que el nuevo gobierno tiene para mejorarla.
Acostumbrado a hablar claro y sin rodeos sobre la situación de la educación peruana, Trahtemberg, integrante del Consejo Nacional de Educación entre el 2001 y el 2011, refiere que el Estado debe ser realista y abordar con responsabilidad una de las principales demandas sociales, como es el incremento del presupuesto para el sector.
En atención a lo recomendado por el Acuerdo Nacional, en el Perú debe llegar a destinarse el 6% del Producto Bruto Interno – PBI, a la educación pública, en consideración de las necesidades aún por atender, como infraestructura, material de enseñanza, capacitación de maestros y mejores condiciones para que los estudiantes puedan desarrollarse, todo con una verdadera política de inclusión que permita el acceso a la educación gratuita y de calidad.
Sin embargo, para el especialista la realidad actual dista mucho del propósito perseguido por el Acuerdo Nacional, siendo cada vez más difícil que el ansiado 6% del PBI para Educación se convierta en una realidad tangible.
“Siendo la presión tributaria del 15% del PBI es muy difícil que el 6% del PBI sea destinado a Educación. Los países que han llegado a ese porcentaje es porque generalmente tienen una presión tributaria superior al 20%. Es decir, en el caso del Perú, salvo que crezca la presión tributaria se podría incrementar poco el presupuesto para el sector, cosa que no llegaría mucho más allá del 3% del PBI. En realidad, veo muy difícil que el gobierno del presidente Humala cumpla con la promesa de duplicar los recursos asignados a Educación”, explica León Trahtemberg.
LO NECESARIO
El docente, magíster en Educación por la Universidad Hebrea de Jerusalén – Israel, no considera que la meta del 6% haya sido un error de quienes elaboraron el Acuerdo Nacional en el año 2001, durante el gobierno de Alejandro Toledo, toda vez que la proyección se basó en una dinámica ascendente de la presión tributaria.
“El planteamiento del Acuerdo Nacional recoge la experiencia internacional que muestra que niveles de inversión cercanos al 6% del PBI, sostenidos en el tiempo, han permitido a los países mejorar su quehacer educativo. El Consejo Nacional de Educación planteó en el 2003 que el incremento del presupuesto para el sector debía ser del 0.25% del PBI anual, lo que debía estar acompañado del incremento tributario en el país. ¿Qué ha pasado en los últimos ocho años?, que como no ha crecido la tributación, tampoco han crecido el % del PBI destinado a Educación. La realidad es así de sencilla”, señala.
LA ESPERANZA DEL GRAVAMEN
Sin ánimo de generar más ilusiones que las existentes, Trahtemberg comenta que el gravamen a las sobreganancias mineras, logrado por el actual gobierno, puede abrir la posibilidad de generar las condiciones económicas para que el presupuesto para Educación se incremente.
“Podría incrementarse en algo más que un punto porcentual del actual 3% del PBI, siempre y cuando el gobierno priorice la necesidad de mejorar la dación de recursos para la educación. Esto podría significar que en los próximos cinco años los recursos para el sector podrían llegar hasta el 4.5% del PBI, lo que sería un logro importante”, asevera.
RECLAMO TIBIO
Para el educador, exigir enseñanza pública de calidad no representa necesariamente una demanda colectiva, toda vez que la voz de los padres de familia y estudiantes no se hace escuchar, quedando únicamente el reclamo de los maestros agremiados en su sindicato que finalmente termina por pedir al gobierno sólo mejoras remunerativas y laborales.
“En el Perú pueden existir aproximadamente 15 millones de padres de familia con hijos en la escuela y hasta ahora nadie sabe por qué no se escucha su voz o por qué cuando se plantea una reforma educativa sólo dialoga el ministerio con el SUTEP. ¿Dónde están los padres de familia?, ¿dónde están los empresarios?, ¿dónde las universidades y los gremios? Educación no es un sector que sólo implica al gobierno y al SUTEP, sino a toda la sociedad en su conjunto. Quizá eso falta que se entienda en el país”, refiere Trahtemberg.
Añade que mientras los padres de familia, los empresarios, las universidades, gremios y estudiantes no participen de las reformas educativas, las disputas entre el Ministerio de Educación y el SUTEP seguirán siendo netamente políticas y remunerativas. “Sería fantástico sentar en una misma mesa a todos y ver que el ministerio actúe como un canalizador de las propuestas que allí se recojan. Sólo así podríamos definir qué es lo que quiere la comunidad educativa para el país en su conjunto”, manifiesta.
CAPACIDAD Y CALIDAD
UNESCO indica que un alumno de tercer grado de primaria debe leer no menos de 60 palabras por minuto, capacidad para la que, en lo ideal, no resulta necesario el incremento del presupuesto para Educación, sino mayor eficiencia del trabajo docente.
A decir de Trahtemberg, el fondo del problema termina siendo la carencia de recursos docentes idóneos, porque un maestro que no esté bien preparado será incapaz de lograr que su alumno logre metas como la que establece UNESCO, más aún si éste tiene problemas de aprendizaje.
“Si los institutos y las universidades no cuentan con una buena implementación se tendrá como resultado un cúmulo de maestros con limitaciones para la enseñanza. No hay sistema educativo en el mundo que funcione bien sin buenos maestros, eso debe quedar claro. Los únicos dos elementos insustituibles en un proceso educativo son: el maestro en condiciones de enseñar y el alumno en condiciones de aprender. Cuando tengamos eso en el Perú podremos hablar de una educación exitosa”, remarca.
DECISIONES ESTRELLADAS
Aunque se ha oficializado la culminación del proceso de municipalización educativa, León Trahtemberg señala que poner en marcha este proyecto fue un grave error del gobierno aprista, porque ello originó un desequilibrio en el adecuado desarrollo de los procesos de enseñanza, toda vez que fueron las municipalidades carentes de toda capacidad técnica, las obligadas a asumir la responsabilidad de la educación pública.
“Desde que anunciaron el proceso, hace como cuatro años aproximadamente, publiqué artículos diciendo que eso no iba a caminar y así fue. La municipalización educativa fue algo absolutamente improvisado, sin que se garantice capacidad técnica en los municipios, sin que existan los recursos suficientes y donde las comunas asumían las prerrogativas que competen a los gobiernos regionales. A dos años de iniciarse la municipalización educativa, la Defensoría del Pueblo, el Consejo Nacional de Educación, Foro Educativo, Remurpe y otros organismos pidieron al gobierno frenar el proceso, pero como respuesta se dio la ampliación del mismo proyecto en los 600 distritos más pobres del país. Grave error”, comenta.
El especialista agrega que la municipalización no significó ningún cambio sustancial ni mejoría en los procesos de enseñanza y es más, refiere que en muchos casos las comunas se convirtieron en simples ventanillas de pago para los profesores.
TEXTOS QUE NO AYUDAN
Desde el segundo gobierno de Alberto Fujimori, el Estado inició la distribución de textos escolares a los estudias de las escuelas públicas, con el afán de consolidar los débiles procesos de enseñanza.
Esa política ha continuado hasta nuestros días sin que existan mejoras en la producción de los libros y peor aún, manteniéndose éstos ajenos a lo que señala el Proyecto Educativo Nacional – PEN y los Proyectos Educativos Regional – PER, que hablan de la elaboración de currículos locales para el aprendizaje, es decir, la inclusión de la realidad próxima del estudiante en sus materiales de enseñanza.
A decir de León Trahtemberg, la distribución de textos escolares de mínima calidad no tiene sentido. “El Ministerio de Educación debería tener un catálogo de editoriales reconocidas para que los colegios puedan escoger el material con el que sus docentes puedan enseñar a los alumnos. Es un error que el ministerio siga escogiendo desde Lima los libros que servirán para educar a los alumnos de la selva, de la sierra, del norte o del sur, donde las características son ampliamente diferentes. Tres o cuatro personas no pueden decidir desde una oficina en Lima los libros que se van a distribuir a los 65 mil colegios públicos que tiene el Perú”, señala.
Trahtemberg indica que incluso el Ministerio de Educación debería dotar de más de un texto escolar a los estudiantes referidos a una misma materia, en consideración de que no todos los autores asumen los procesos de aprendizaje de la misma forma y es necesario incrementar la capacidad de análisis en el educando. “Se podrían trabajar misceláneas de autores o antologías de temas que se van a trabajar durante el año escolar. Creo que el asunto de los textos únicos que reparte el Estado debe ser replanteado, porque se necesita que el alumno entienda primero su realidad, lea la literatura local, para después echarse a la aventura de conocer algo más global y generalizado”, enfatiza.
DESIGUALDAD EMBLEMÁTICA
“Los colegios emblemáticos son un engaña muchachos”, expresa con firmeza Trahtemberg, quien considera que la política de modernización de infraestructura en ciertas instituciones educativas del país, representa una señal de iniquidad del gobierno anterior.
“Lo que ha hecho el gobierno anterior son monumentos a la propaganda electoral. Han considerado emblemáticos más de 120 colegios con cuyas obras se quiso dar el mensaje a la población de que el gobierno sí hacía y hacía mucho. Qué sentido puede tener invertir 50 millones de soles en un colegio de la capital, mientras cientos de colegios rurales siguen sin puertas, ventanas, techos o carpetas”, refiere el experto en asuntos educativos.
INVESTIGACIÓN UNIVERSITARIA
Trahtemberg señala que el rol de las universidades del país debe ser fortalecer la investigación y tecnología, con el propósito de generar patentes que tengan valor comercial.
“Si la única manera que en este país se atienda a los sectores es dándole representación en el Consejo de Ministros, bienvenida sea la creación de un ministerio de ciencia y tecnología. Sin embargo, las universidades deben retornar a su esencia y dejar de ser simples tramitadoras de títulos profesionales para convertirse en formadoras de estudiosos, académicos, científicos e innovadores”, afirma.
CONFIANZA EN EL CAMBIO
León Trahtemberg indica que las verdaderas acciones del gobierno de Ollanta Humala, respecto a Educación, recién se verán en un año, porque ahora lo que está haciendo es dar continuidad a lo dejado por el gobierno de Alan García.
“Tenemos que dejar que el nuevo gobierno muestre qué es lo que está haciendo y cómo implementa las propuestas que tiene, y también cómo sobrelleva todo lo que le dejó el gobierno aprista como los colegios emblemáticos, el analfabetismo, la nota 14 para ingresar a los pedagógicos, el Colegio Mayor, la Ley de la Carrera Pública Magisterial y el contrato de maestros para el próximo año. Estamos en un transición, hay que esperar aún”, indica.
En relación a la titular de Educación, Patricia Salas y sus viceministros, Trahtemberg manifiesta que los conoce y sabe de su capacidad para desarrollar una eficiente labor.
“Son personas decentes, correctas, honestas, no son corruptos, son sensibles a las necesidades de los maestros y alumnos y sobre todo, académicamente muy solventes. Tienen los requisitos para garantizar una buena gestión, ahora sólo nos queda esperar”, asevera.
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* Para colocarlo en la web se hicieron ligeras modificaciones colocando algunas palabras que ayudan a precisar los conceptos vertidos