Comentario solicitado a León Trahtemberg sobre el editorial del 9 12 2009: «Reforma universitaria, ahora»

 

Si el Perú tuviera 100 universidades del nivel de Harvard o McGill, ¿a alguien le pesaría? Entonces, el problema no es el número de universidades ni su origen privado o público, sino su calidad. Eso se regula con una estricta exigencia de requisitos para abrir una universidad, y luego con sistemas de acreditación de carreras y certificación de la idoneidad profesional de los egresados.

 

En otros países, eso lo hacen los comités académicos de los colegios profesionales, que toman exámenes a los graduados universitarios para otorgarles la licencia de ejercer su carrera profesional. La tarea, entonces, no está en regular universidades existentes, sino en fortalecer los sistemas de acreditación y certificación, que son los espejos en los que las universidades miran el trabajo que han hecho y el mercado evalúa la conveniencia de asistir a una u otra universidad.