La organización de la escuela y del sistema educativo del país necesita gozar de la misma autonomía de las universidades para hacer posible una reforma educativa dirigida a promover la creatividad y el liderazgo entre los estudiantes.

La propuesta fue planteada por el educador León Trahtemberg, director del colegio León Pinelo, durante la jornada de cierre del IV Congreso Nacional de Educación realizado en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).

Trahtemberg subrayó que lamentablemente nuestro sistema de educación está organizado desde la perspectiva de los proveedores de la educación, es decir, del Estado, del ministerio, de las autoridades educativas, y como tal tienen todo el poder de decisión sobre los consumidores de la educación, alumnos y padres de familia, a los que sólo queda cumplir las normas y los programas de estudios definidos previamente.

«El sistema educativo es totalitario, centralista, autoritario y jerarquizado. Cuando en una oficina se define lo que todos deben hacer, esa oficina sólo espera obediencia. En un régimen centralista lo que esperan las autoridades centrales es que cada una de sus unidades obedezcan las normas sin mayor confrontación ni cambio. Entonces esto se va transmitiendo en todas las instancias hacia la escuela», comentó.

Desde esta perspectiva la creatividad y la capacidad de innovación de profesores, directores, alumnos y padres de familia tienen muy poco espacio para desarrollarse, señaló.

En ese sentido consideró que siempre se deben ensayar nuevas propuestas, ideas, formas de hacer las cosas, pero para ello se requiere de seguridad personal y de otro lado se necesita el estímulo y acogida del medio ambiente, que los padres, docentes e instituciones valoren las propuestas de cambio de los estudiantes.

«No es un proceso rápido, pero creo que podemos tratar de inculcar a las nuevas generaciones de peruanos una vocación de cambio, de buscar alternativas diferentes de crecimiento, de potenciar capacidades», señaló.

La necesidad de que las escuelas y el medio ambiente que rodea a niños y jóvenes alienten la capacidad crítica e innovadora tiene su fundamento en el hecho de que la lucha por la supremacía mundial no pasa por la capacidad de liderar la innovación en ciencia y tecnología. Para ello -acotó- se necesita creatividad.

Analista, comentarista y divulgador de modelos educativos como le gusta calificarse, León Trahtemberg afirma que toda reforma o modificaciones al sistema educativo están condenadas al fracaso porque son centralistas, controlistas y reguladoras, donde no se considera las opiniones de los profesores y directores de colegios.

Desde la época del general Velasco y su célebre reforma educativa, poco se ha avanzado hasta el momento. ¿Por qué no se ha plasmado una auténtica reforma?
Hay reformas de papel y reformas del aula. En este tiempo se ha decretado muchas leyes, reglamentos, pronunciamientos, modificaciones de textos, de programas, de currículas, que jamás dieron los resultados esperados. Esa fue la reforma de papel que en la práctica no se cumplió. Pero hay otra reforma, la reforma del aula, donde no se ha logrado avanzar ni un milímetro.

¿Cuál sería el eje central de esta reforma del aula?
Son las modificaciones de los vínculos entre el profesor y el alumno, entre el profesor y el padre de familia, entre el profesor y el director y toda la movilización que se puede generar entre los protagonistas de la escuela. En conjunto, de generar un proceso de cambios en el centro educativo.
¿Y por qué no se ha logrado esta reforma al interior de las escuelas?
No se ha producido porque se desconfía de los profesores, de los directores. En este país el profesor es el único profesional que no ejerce su profesión. Un sicólogo, un médico, ausculta, diagnostica, receta, aplica una terapia. Al maestro no se le permite ejercer su misión. Se le trata como a un operario de la educación.