Con tres años de retraso respecto a los otros países de la región, los peruanos pudimos enterarnos de los desastrosos resultados del rendimiento de los alumnos peruanos en Matemáticas y Lenguaje, medidos por UNESCO en 1997. Perú ocupa el último lugar en Matemáticas y el antepenúltimo en Lenguaje. En nuestra entrevista didáctica mensual con el Profesor León Trahtemberg, experto en educación y Director General del colegio «León Pinelo», él nos explica los detalles y alcances de estos resultados.

T de M: ¿En qué consiste el Laboratorio de Medición de la Calidad de la Educación de UNESCO?

Así se denomina la iniciativa de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de UNESCO, con sede en Santiago de Chile, cuyo objetivo es realizar un estudio comparativo del rendimiento de los alumnos latinoamericanos en Matemáticas y Lenguaje. Para este fin se pusieron de acuerdo UNESCO y 13 gobiernos latinoamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Honduras, México, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela. Entre junio y noviembre de 1997 se aplicaron 54 mil pruebas a ese número de alumnos, sobre los 18 millones que hay en total, en las áreas de Matemáticas y Lenguaje en tercer y cuarto grado de primaria.

T de M: ¿Qué evaluaban esas pruebas?

En Matemáticas se midieron las habilidades en numeración, operaciones con números naturales, fracciones comunes, geometría básica y mediciones, así como algunas habilidades aritméticas de nivel superior como interpretación de gráficos, reconocimientos de patrones, manejos de probabilidades y establecimiento de relaciones entre datos. En Lenguaje se midió la comprensión lectora, la práctica metalinguística y la producción de textos. Simultáneamente los alumnos, directores y tutores de esos mismos estudiantes respondieron cuestionarios que permitirían conocer los factores asociados al éxito o fracaso educacional.

T de M: ¿Cuándo se conocieron los resultados?

El 8 de diciembre de 1998 fueron colocados en internet para conocimiento de todos los interesados. Sin embargo no se publicaron los resultados individuales de dos países: Costa Rica, porque había cambio de gobierno y se detectaron algunas fallas técnicas, y el Perú por orden del ex presidente Alberto Fujimori y el ex Ministro de educación Domingo Palermo.

T de M: ¿Porqué prohibió Fujimori la divulgación de los resultados?

La razón es evidente. Los resultados de las pruebas evidenciaban que el Perú caminaba en dirección contraria a lo prometido por Fujimori a través de la publicidad estatal. El dijo que convertiría la educación peruana en «la mejor de América Latina». La verdad es que la condujo a convertirse en una de las peores. Si no hubiera habido una constante presión de quienes conocíamos los resultados extraoficiales de estas pruebas, hubieran pasado totalmente desapercibidas. El congresista Dr. Roger Guerra García exigió que se publiquen los resultados, pero la congresista Marta Hildebrant que presidía la comisión de educación alegó que eso no era posible porque las pruebas tenían deficiencias técnicas y el Perú no consideraba válidos los resultados. Por esto es que Guerra García renunció a la comisión. Hubo que esperar a que entraran el actual Ministro Marcial Rubio y el Vice Ministro de Gestión Pedagógica Idel Vexler para que finalmente se publicaran los resultados en la página web del Ministerio de Educación a fines de febrero 2001.

T de M: ¿Y qué ofreció Fernando Olivera en el CADE?

Fernando Olivera básicamente coincidió con la propuesta de IPAE de hacer crecer el presupuesto de educación del 2.5% PBI al 5.0% del PBI. Respaldó el «Acuerdo Nacional» para buscar un consenso para el tema educativo y ofreció buscar que hacer un canje de Deuda Externa por Educación para disponer de más recursos para educación. Además, lanzó la idea de crear una mesa de donantes privados para la educación a cambio de incentivos tributarios.
Coincidió con la propuesta de mejorar los sueldos magisteriales, aunque sin precisar cifras, y orientar la educación hacia el trabajo y la producción.
La educación rural también la reforzaría con las modalidades a distancia, mediante 11,000 centros rurales a un costo de 16,000 dólares cada uno.

T de M: Vayamos a los resultados. ¿Cómo quedó el rendimiento de los alumnos Perú en dichas pruebas?

Somos los peores en el continente en Matemáticas. En Lenguaje somos los antepenúltimos. En general los resultados muestran que los mejores estudiantes en todos los ítems y niveles son los cubanos, lo cual se explica por su altísima cobertura de educación inicial, el buen nivel profesional de sus profesores y el involucramiento de los padres que siempre presionan por una mejor educación. Más atrás se ubican los alumnos de Argentina, Brasil y Chile. Después siguen los alumnos de Colombia, México y Paraguay. En el bloque colero se ubican los alumnos peruanos, en ambas áreas.

T de M: ¿Cómo se explica la diferencia de ubicación de los peruanos entre Matemáticas y Lenguaje?

Sospecho que se debe a que en el Perú hay proporcionalmente una mayor cobertura de educación inicial y menor población nativa que en los otros países coleros. Estos últimos son los alumnos cuyo rendimiento deficiente baja los promedios. Sin embargo, habría que revisar los datos segmentados.

T de M: ¿Qué otros hallazgos arrojan las pruebas?

Al medir los factores asociados con el bajo rendimiento se encontraron cuatro indicadores centrales del desarrollo: la tasa de Alfabetización de Adultos, el Indice de Desarrollo Humano, el Producto Bruto Interno per cápita y el Gasto en Educación como porcentaje del Gasto Público. En todos esos campos andamos bastante mal. En otras palabras, mientras el Perú no salga de su pobreza su educación no llegará muy lejos.

T de M: ¿Hay diferencias entre la educación pública y la privada?

Claro. A excepción de Cuba donde no hay educación privada, en todos los otros países los colegios privados tienen mejores resultados que los públicos. Estos últimos a su vez muestran diferencias según su cercanía a las grandes urbes. La escuela urbana supera a la urbano marginal, y ésta a la rural. Esto no es novedad pero al revisar las cifras uno ve graficado el drama de la educación rural. La única excepción es la colombiana, donde el modelo «Escuela Nueva» logró grandes progresos para la educación rural y sus resultados hoy en día superan a los colegios urbano marginales.

T de M: ¿Qué lecciones debemos sacar de todo esto?

Yo soy partidario de una especie de «Comisión de la Verdad» de la educación peruana. Sólo cuando estos resultados con sus causas e implicancias sean claras y ocupen las primeras planas, se podrá movilizar al Perú hacia un replanteamiento de su educación. Si no lo hacemos, los gobiernos que vengan harán cambios cosméticos del tipo «mejoremos un poco lo existente», y nuevamente no llegaremos a ninguna parte.
Hay que tomar en cuenta que hemos sido estafados por los gobernantes que nos hicieron creer que estábamos bien, sin darnos herramientas para verificarlo. La estafa se agrava porque se han invertido millones de dólares para que al final la educación peruana este peor que a principios de la década pasada.
Cabe una analogía. Si una persona esta enferma y lo niega, su camino es morir. Del mismo modo, si la educación peruana está muy deteriorada y no lo queremos admitir, el destino es el colapso. ¿Eso es lo que queremos para la educación peruana?

T de M: ¿Quiénes participarían de esta «Comisión de la Verdad»?

Deberían participar las universidades, institutos, el SUTEP, los gremios empresariales de la pequeña y gran empresa, las iglesias de todas las confesiones que administran centros educativos o instituciones de nivel superior, las Fuerzas Armadas y Policiales, los congresistas que están en el tema social, las tres asociaciones de colegios privados, las federaciones de asociaciones de padres de familia, y las ONGs más distinguidas que en mayor o menor medida han entrado al tema educativo como son TAREA, GRADE, APOYO y FORO EDUCATIVO.
Esta «comisión de la verdad» no solo elaboraría un acucioso diagnóstico multidisciplinario e intersectorial, sino además platearía una agenda de metas y prioridades que pueden servirle de norte a los siguientes gobiernos, y pueden fortalecer los acuerdos nacionales que se vayan logrando en otras instancias.