Correo, 07 06 2019

Por paradójico que parezca, cerrar la brecha digital perjudica a los niños de niveles socioeconómicos más bajos, a diferencia de lo que se sostenía décadas atrás, aunque por razones distintas. Antes, el problema era que los NSE más bajos no tenían acceso a la tecnología que sí tenían los más altos. Se procuró entonces facilitar el acceso universal al mundo digital. Pero ahora que ya todos tienen acceso, los NSE más altos regulan mejor el tiempo de uso, mientras que los de NSE más bajos abusan más de la televisión y los videojuegos sin control parental y pasan muchas horas prendidos por tener padres ausentes o atareados y por falta de otras opciones.

También la falta de alfabetización digital y conocimiento de cómo funcionan las redes sociales y videojuegos aleja a los padres del control.

En 2010 la Kaiser Family Foundation encontró que niños con padres sin educación superior pasan 90 minutos más al día expuestos a estos medios audiovisuales digitales que sus pares de NSE más alto, comparado con 16’ en 1999. Estos niños pasaban 11.5 horas diarias expuestos a televisión, computadras y videojuegos, o sea 4 horas 40 minutos por días más que en 1999.

Los niños de NSE medio y alto no se libran del vicio porque consumen 10 horas de multimedia al día, 3.5 horas más que en 1999 (Wasting Time Is New Divide in Digital Era, Matt Richtel 29/05/2012)

Regular es fundamental. La adicción a la televisión y videojuegos tiene efectos perniciosos en corto y largo plazo, siendo la interactividad social cara a cara entre niños vital para su desarrollo intelectual, lenguaje y capacidades sociales.

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