¿La escuela educa hacia un ADN político?

Un niño o niña maltratado, buleado, el día que sea congresista, ministro o presidente ¿se dejará bulear o aprovechará el poder para tomar venganzas de la sociedad y «fregar» a los que representan a sus agresores?

Un niño o niña sometido al rigor de un maestro o autoridades autoritarias, intransigentes, cerrados a la escucha de sus interlocutores, ¿tendrá la experiencia de vida para ser un gobernante con apertura democrática, receptivo, conciliador?

Un niño o niña sometido a una escuela que cultiva versiones monodisciplinarias de la realidad, a partir de un currículo segmentado por áreas que cual islas no dialogan entre sí ¿podrá tener una visión interdisciplinaria de la realidad?

Un niño o niña que aprendió que valores es algo que se ve en cursos de religión o educación cívica, ¿tendrá un entendimiento de que los valores se construyen y expresan en cada acto de nuestras vidas?

Un niño o niña que se educa en una escuela en la que no se debe hablar de ciertas cosas como las necesidades sexuales o las múltiples conformaciones familiares, que tiene visiones y prácticas machistas, que discrimina a los diferentes al estereotipo de persona «normal», ¿podrá ser un ciudadano democrata?

Ese es el peso de la vida escolar que nuestras autoridades no terminan de entender. El despelote político en el que vivimos hace décadas, ha sido producido por esa escuela «de antes» que muchos valoran como superior a la actual.

Si no replanteamos el modelo de escuela, currículo, evaluación, y vínculo profesor-alumno, tendremos más de lo mismo.

En FB: https://www.facebook.com/leon.trahtemberg/posts/2167183560048834

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Antes leían bien…

LT: ¿Hasta cuándo seguiremos con este rollo? «Yo me acuerdo que en mi época (escolar) se hacía así -respecto al horario, uniforme, exámenes, tareas, rol del profesor, inicio de clases en abril, educación sexual, etc.- entonces ¿por qué no hacerlo así ahora?» como justificación para resistir a los cambios e innovaciones que se plantean para la vida escolar y persistir en paradigmas o fórmulas pedagógicas de hace 1 o 2 generaciones atrás.
Al respecto reitero mi punto de vista anotado en el link adjunto. (En FB: https://www.facebook.com/leon.trahtemberg/posts/2157620787671778 )

Mañana no es ayer

Educación e historia andan por líneas opuestas (¿Visión de la educación desde el pasado o desde el futuro?)

‘Necesitamos una educación más viva y auténtica’: Jennifer D. Klein La experta en educación habla de un modelo del que es pionera: el que cambia materias por proyectos. La diferencia más grande de la educación basada en proyectos es que lo hacemos al revés. Los estudiantes están con el reto desde el primer momento, con la pregunta que quieren resolver. Y el profesor no está anticipando y enseñando antes de que surjan las preguntas; la idea es que los estudiantes hagan su investigación y surjan más y más preguntas y el profesor vaya llenando los huecos cuando aparecen.

¿A quién debemos suspender? (Otros conceptos sobre evaluación y aprendizaje significativo). Si les dejamos opinar, los escuchamos y descubren que sus comentarios son importantes, la evaluación se convierte en aprendizaje

Mar Romera: “Nadie defiende 12 horas de trabajo, pero sí se las exigimos a los niños”Es que no tenemos en cuenta a los niños porque los vemos como ciudadanos del futuro que no son rentables hoy. Así que como hoy ellos no tienen tarjeta de crédito y no pagan, no me interesan. Como tampoco votan, no me interesan. Todo sería totalmente diferente si el protagonista del sistema fuese el niño. El niño tiene derecho a participar en los aspectos que la afectan, a existir como persona, no como proyecto de persona.
Te voy a poner un ejemplo, las estanterías con chuches que suele haber en las cajas de los supermercados: ¿las hemos colocado ahí CON los niños o PARA los niños? Yo creo que está bastante claro. Pues ahora llevemos este ejemplo tan de simple a la escuela. Cuándo hablamos del modelo de evaluación, de las asignaturas, de horarios, de pruebas externas, ¿lo hacemos PARA la infancia o CON la infancia? Siempre lo hacemos para ellos como elemento último de la cadena de consumo, pero nunca los tenemos en cuenta.