17 02 2019 “CON TODO RESPETO…” ¿Es una expresión democrática en su esencia?

Con frecuencia cuando alguien quiere discrepar de otro panelista en los infinitos programas de entrevistas radiales y televisivas, empieza diciendo «con todo respeto, no estoy de acuerdo” (o algo equivalente) para dar inicio a un comentario con una postura alternativa o discrepante. A veces inclusive se observa que un interlocutor desprecia o tiene una pésima opinión del interlocutor y aun así empieza con este “con todo respeto…”

Cuando lo escucho me hace ruido en la cabeza y me pregunto ¿de dónde sale eso?; ¿Por qué discrepar podría suponer una falta de respeto, de modo que para guardar las formas se requiere una disculpa previa? ¿No debería basta el intercambio directo de ideas confrontadas como el estado natural de las cosas?

Quizá el origen de todo esto esté en una relación jerárquica en la que un subordinado que debiera agachar la cabeza ante los designios de su superior, para aplacar su posible incomodidad empieza su comentario pidiendo que no se considere falta de respeto como por ejemplo en la realeza, las FF.AA., iglesias, organizaciones autoritarias, etc. Pero, ¿acaso el uso cotidiano de esa expresión en las mencionadas entrevistas o debates académicos tiene ese contexto jerárquico? Sin duda que no. Más bien parecería que su uso alude a nuestra pobre calidad de ciudadanía y dificultad para que cada cual diga lo que piensa sin reparos ni temor a que quien lo escucha se incomode por eso.

Inevitablemente me pregunto qué cultura escolar condiciona a los adultos -que alguna vez fueron escolares y quizá universitarios- a usar estas muletillas o frases que buscan amortiguar o incluso disfrazar su mensaje. ¿Será la falta de experiencia en tener discusiones democráticas horizontales entre profesores y alumnos, o entre pares? ¿Será que no se fomenta el intercambio sincero y directo de opiniones a la hora de tratar temas? ¿Será que “guardar las formas” (políticamente correctas) pesa más que decir de manera frontal lo que uno piensa?

Junto con ello, ¿será que muchos no dicen lo que piensan “para no ofender al otro”? ¿Será que por eso que nuestras autoridades prefieren sistemáticamente a los ayayeros y descartan a los críticos o asesores que confrontan y discrepan?

Constantemente se habla de formación ciudadana como si eso fuera un conjunto de competencias estandarizadas que deben aparecer en un curso de educación cívica o similares. Lo que no siempre se entiende es que los valores y actitudes se construyen cotidianamente en nuestras interacciones con los demás, y si éstas no son transparentes y honestas, llevan a incorporar muletillas, disfraces o formas “políticamente correctas” que a la larga llevan a no decir nada en temas complejos, o a contaminar la comunicación franca y fluida, que es la verdaderamente democrática.

En FB: https://www.facebook.com/leon.trahtemberg/posts/2133788266721697

18 02 2019 Pdte. Vizcarra ¿atrapado en su discurso? Si el liderazgo presidencial es monotemático, (corrupción), es muy fácil armar un cuestionamiento monotemático para derribar esa postura única. Si fuera más diverso en sus metas, abordando distintas necesidades y desafíos, tendría más terreno y apoyo para sostener su liderazgo y debilitar cualquier cargamontón. Se lo vienen diciendo los analistas hace meses: la popularidad ganada con un tema sensible como la corrupción y la ilusión de una reforma judicial que traiga más justicia, se desgasta rápido, ante una población ansiosa de ver solucionados sus problemas concretos inmediatos. El apoyo inmediato al Sur y Norte inundados (y antes, SJL) le ponen en bandeja cartas de éxito (eficacia) o fracaso (falta reflejos, demoras). Por ahora gana el fracaso, con Sedapal-SJL como paradigma, al lado de la lentitud por atender la crisis del Norte arrastrada del año pasado. Veamos si aún logra mostrar eficacia en vez de más discursos sobre corrupción, que ya se están desgastando.

En FB: https://www.facebook.com/leon.trahtemberg/posts/2135222416578282

Artículos afines:

La caída de los encumbrados ¿Qué pasó en su vida escolar?

El poder traicionero (de presidentes, jefes de instituciones, «estrellas».)

Brian Resnick (2019): Intellectual humility: the importance of knowing you might be wrong Why it’s so hard to see our own ignorance, and what to do about it.