Regiones 22 05 2016

Singapur migra a la pedagogía de la sensatez

Amelia Teng y Calvin Yang comentan en su columna “Going Beyond Grades: Evolving the Singapore Education System” (straitstimes 17/04/2016) cómo es que Singapur, cuyo sistema educativo está reputado por ser altamente competitivo y sobre-focalizado en las notas y habilidades académicas, está haciendo un dramático giro hacia una nueva pedagogía que busca el desarrollo holístico de los niños, ampliar sus oportunidades para descubrir sus intereses y talentos, desarrollar sus habilidades, y producir la sensación de curiosidad y amor por el estudio.
El PM Lee Hsien Loong sostiene que es necesario construir el carácter, inculcar valores en los niños y dotarlos de una amplia variedad de experiencias y cultivar sus intereses diversos en las áreas académicas, así como su sentido de pertenencia a Singapur.

Los alumnos ya no serán evaluados comparativamente unos contra otros sino que habrá un sistema de evaluaciones por bandas A, B, C y D sin exámenes en primaria. Si bien los colegios aún reconocen las mejores performances, -aunque como grupo más que individualidades- también celebrarán los logros de quienes evidencien mejoras, superen desafíos como los de una enfermedad o discapacidad, o muestren excelencia en actividades como trabajo voluntario y deportes.

Más colegios ahora incluyen programas para cultivar intereses más allá de los libros, como drama y danza. Las comisiones de admisión a las secundaria consideran cada vez más habilidades no académicas en artes, deportes, etc. En los próximos años los alumnos que vayan a la secundaria podrán escoger cursos como robótica, temas medioambientales, artes o música en los que pueden desarrollar sus intereses más allá de leer, escribir y aritmética. Además, de 10 a 20% del tiempo de primaria y secundaria se pasará en actividades fuera de las aulas, de modo que se fortalezca también el sentido de pertenencia a las sociedad de Singapur y la ayuda a sus connacionales.

Los cinco politécnicos y tres de las universidades expandirán sus criterios de aptitud para la admisión para incluir alumnos con notas más bajas pero que evidencian interés y pasión para ingresar al curso de su preferencia.

Se trata de que los alumnos no solo estudien sobre las flores sino se detengan a olerlas y a maravillarse con su belleza, dice el Ministro de Educación Ng Chee Meng («such moves will allow students and pupils to «not just study the flowers, but also stop to smell the flowers, and wonder at their beauty“)

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No copiar a Finlandia

Preparar excelentes profesores de educación primaria es crucial pero no es tan elemental El autor principal, Ben Jensen, concluyó que los sistemas educativos con mejor desempeño —como Finlandia, Japón, Shanghái y Hong Kong— utilizan diversas estrategias para cerciorarse de que los profesores de educación primaria tengan un conocimiento profundo de los contenidos y una vasta comprensión de cómo los estudiantes aprenden ese contenido: esta es la base sobre la cual funcionan los sistemas escolares equitativos y de alto desempeño en estos sistemas. La enseñanza y el aprendizaje de alta calidad en la escuela primaria crean un cimiento sólido para los estudiantes, lo que aumenta sus probabilidades de alcanzar niveles más altos durante sus años de estudio.

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VIDEO ¿Cómo es el aprendizaje en escuelas de clase mundial? Eduardo Andere (2015) Hace más de diez años, Eduardo Andere comenzó la tarea de visitar escuelas (40 en 7 países renombrados del mundo), conversar con maestros, directores, expertos y estudiantes para comprender cómo es la educación en escuelas de clase mundial. Su recorrido se complementa con el análisis de información estadística y su vasta experiencia en educación y aprendizaje en el mundo. La diferencia entre impactar en la «política educativa» e impactar en «educación» o en «la escuela». Educar más que evaluar. ¿Qué tanto PISA puede medir la calidad de la educación? Lo que PISA no ve… la riqueza del contexto escolar. Sin resolver el problema de pobreza y corrupción, y sin una cultura de trabajo y esfuerzo, sin buenos gobiernos que valoren el aprendizaje, no se puede revertir el impacto de la educación (Libro https://eduardoandere.blog/2015/05/21/como-es-el-aprendizaje-en-escuelas-de-clase-mundial/)

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27/07/2016 (LT: Me resultó increíble encontrar en el otro lado del mundo alguien tan afín a lo que he venido sosteniendo hace meses respecto al currículo nacional y la necesidad de que el alumno disfrute de su vida escolar) Roger Schank: “El álgebra es como una religión y no enseña a pensar”. Por Ana Torres Menárguez http://economia.elpais.com/economia/2016/07/26/actualidad/1469530199_692638.html

Experto en Inteligencia Artifical y exprofesor en Yale: «La mayoría de la gente cree que las materias que se estudian en el colegio son las que hay que aprender y eso no es así. El programa académico de los institutos en Estados Unidos fue diseñado en 1892 por el entonces presidente de Harvard, Charles Eliot. Escogió biología, química, física, álgebra, trigonometría, geometría, literatura, historia y lengua extranjera. ¿Te resulta familiar? Esos eran los campos que se estudiaban en Harvard y la intención de Eliot era hacer la vida más fácil a los profesores de esa universidad, garantizando que los alumnos que entrasen lo harían con una buena base. Hoy se enseñan más de 150 programas en Harvard pero en los institutos (LT:colegios) todavía no hay asignaturas de programación o ingeniería medioambiental. ¿Cómo se explica eso?

¿Qué contenidos cree que se deberían enseñar en la escuela? R. Te tienen que enseñar cómo tener una vida mejor y ser más feliz. Sin embargo, el sistema te dicta erróneamente lo que debes saber.

¿Qué le recomendaría a un chaval de 18 años? R. Que se tome unos años antes de la universidad para descubrir todo lo que no le ha permitido el sistema educativo, para que entienda quién es y qué le gusta. Cuando llegan con 23 o 24 años son mejores estudiantes porque saben por qué están ahí. Mientras tanto, cualquier opción es buena: voluntariados en otro país, trabajo o prácticas.

En FB https://www.facebook.com/leon.trahtemberg/posts/827640804003123?pnref=story

Roger Schank (Nueva York, 1946) cree que el actual sistema educativo se creó hace más de un siglo para la élite y los ricos; que se ideó para los intelectuales. Critica que en el instituto se estudie la obra de Cervantes o de Shakespeare que, en su opinión, no ayudan en nada a lo largo de la vida, y no se enseñe a saber buscar un trabajo. Su objetivo es tumbar el actual sistema educativo y construir una escuela online global con más de 500 programas académicos que permitan al alumno escoger lo que le interesa.

Sus palabras no serían tomadas en serio de no ser por los más de 30 años que dedicó a la docencia en universidades como Stanford. Considerado uno de los principales investigadores del mundo en Inteligencia Artificial, fue profesor de Ciencias de la Computación y Psicología en Yale y en los setenta se dedicó a investigar cómo educar a los ordenadores para que se comportasen como humanos. Cuando sus hijos comenzaron la escuela cambió el foco de su trabajo; se dio cuenta de que el verdadero reto era descubrir la mejor fórmula para educar a los humanos. A finales de los ochenta creó el Instituto de Ciencias de la Educación en la Universidad de Northwestern, en Chicago.

Hoy ofrece sistemas alternativos de aprendizaje basados en la enseñanza virtual desde su empresa Socratic Arts y dirige Enginees for Education, una organización sin ánimo de lucro que asesora a los estudiantes en la búsqueda de su vocación.

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Pregunta. ¿Cuál es su principal crítica al sistema educativo actual?

Respuesta. La mayoría de la gente cree que las materias que se estudian en el colegio son las que hay que aprender y eso no es así. El programa académico de los institutos en Estados Unidos fue diseñado en 1892 por el entonces presidente de Harvard, Charles Eliot. Escogió biología, química, física, álgebra, trigonometría, geometría, literatura, historia y lengua extranjera. ¿Te resulta familiar? Esos eran los campos que se estudiaban en Harvard y la intención de Eliot era hacer la vida más fácil a los profesores de esa universidad, garantizando que los alumnos que entrasen lo harían con una buena base. Hoy se enseñan más de 150 programas en Harvard pero en los institutos todavía no hay asignaturas de programación o ingeniería medioambiental. ¿Cómo se explica eso?

P. ¿Cree que habría que eliminar contenidos como el álgebra?

R. El álgebra es como una religión, todo el mundo cree que tiene beneficios pero no existe evidencia científica. No te podría decir la cantidad de personas que me han dicho que el álgebra enseña a pensar mejor, cuando no existe ninguna investigación que lo demuestre. Por eso digo que es como una religión; te dicen que Jesús visitó una montaña y, aunque no hay evidencias, la gente lo cree. Una vez terminado el instituto, nadie recuerda esos temas porque son inútiles y el 99% de los adultos nunca los han utilizado. Muchos estudiantes se sienten idiotas por no entender ese tipo de contenidos, genera frustración, hace a la gente llorar e incluso abandonar la escuela.

P. ¿Qué contenidos cree que se deberían enseñar en la escuela?

R. Te tienen que enseñar cómo tener una vida mejor y ser más feliz. Sin embargo, el sistema te dicta erróneamente lo que debes saber. Por poner un ejemplo, estudiar El Quijote en el instituto es un error. No te ayuda ni un segundo en tu vida, más allá de poder mantener una conversación sobre Cervantes. Es un sistema pensado para los intelectuales, pero hoy hacen falta otras competencias, como saber programar o conseguir un trabajo. Es importante ayudar a los niños a descubrir lo que más les gusta y para ello hay que ofrecerles programas abiertos y dejarles que decidan. Si un estudiante quiere ser médico, con programas de realidad virtual se pueden simular operaciones con pacientes reales y así puede descubrir si realmente le apasiona.

P. ¿Cuál es el principal freno para la modernización de la escuela?

El 99% de los adultos no ha usado el álgebra para nada en su vida

R. Siempre digo que todos los problemas de la educación empiezan por p: políticos y padres. Una vez tuve una discusión con el ministro de Educación de Italia porque presumía de ser el único país de Europa que exigía saber latín. Yo le dije que ese era el motivo por el que estaban tan atrasados. Si hablamos de los padres, se echarían a la calle si les decimos que sus hijos ya no van a estudiar trigonometría. Evitan el cambio porque presumen que la escuela que tenemos es la correcta. Que me enseñen la evidencia de que ayuda al mejor desarrollo del cerebro.

P. Universidades como la de Texas, Rutgers o la de Mondragón en México ya están utilizando sus plataformas online de aprendizaje. ¿En qué se diferencian de la metodología tradicional?

R. Soy psicólogo y he estudiado el funcionamiento de la mente toda mi vida. Los humanos comunican mejor las historias reales, son las que recuerdan, por eso las clases magistrales no funcionan. En las conversaciones reales se toman turnos y cada uno de los participantes no suele hablar más de dos minutos. Eso explica por qué somos capaces de mantener la atención. He analizado cómo funciona el aprendizaje y la base es hacer preguntas, intentar hacer cosas, fallar, pedir ayuda e intentarlo otra vez. Es lo que llamamos learning by doing (aprender haciendo) y es lo que hace mi plataforma; simula experiencias que permiten a la gente practicar, identificar qué hacen mal y corregirlo. Nadie quiere ser enseñado. Los niños aprenden solos, simulan construir ciudades con bloques, imaginan cómo ser padres con muñecos y ocasionalmente piden ayuda. En nuestra plataforma se trabaja por proyectos en lo que llamamos Story Centered Curriculum -programa basado en historias-. Tenemos ya uno de análisis de datos y ahora estamos diseñando otro en ciberseguridad.

P. Critica la fórmula de las universidades y sin embargo trabaja con ellas.

R. Tengo que confesarte que ya no queremos seguir trabajando con universidades porque no quieren romper con lo establecido, quieren continuar con las clases magistrales y los exámenes. Ahora nos interesa más ofrecer los programas directamente a grandes empresas que quieren enseñar a sus empleados a hacer bien su trabajo y ponerse al día con nuevas técnicas de análisis de datos. Esta es mi forma de ganarme la vida, pero mi interés real es destruir el sistema educativo.

P. ¿Cómo casa su forma de pensar con la cantidad de años que dedicó a docencia en universidades de élite como Yale?

R. Cuando llegué a Yale, pensaba que era uno de los mejores lugares del mundo para trabajar. Con los años, renuncié como profesor porque me di cuenta de que estábamos generando un perjuicio intentando ir de algo que no éramos. Un docente de Yale es sobre todo un investigador que publica en revistas científicas y da charlas. Su misión es hacer de los estudiantes futuros investigadores y si ellos no quieren serlo, se equivocaron de universidad. Ellos no saben que están en la mejor escuela, pero de investigación.

El sistema educativo en Estados Unidos se ha arruinado por universidades como Harvard, que recomienda ser muy bueno en materias como álgebra o trigonometría para sus pruebas de admisión, basándose en el programa de 1892. Los institutos mantienen ese programa para intentar generar potenciales alumnos para Harvard. Es una fórmula que hace mucho más fácil cribar entre 30.000 solicitudes anuales, pero está desfasada.

P. ¿Qué le recomendaría a un chaval de 18 años?

R. Que se tome unos años antes de la universidad para descubrir todo lo que no le ha permitido el sistema educativo, para que entienda quién es y qué le gusta. Cuando llegan con 23 o 24 años son mejores estudiantes porque saben por qué están ahí. Mientras tanto, cualquier opción es buena: voluntariados en otro país, trabajo o prácticas. En mi país hablamos de sexo, drogas y rock & roll, eso es lo que les toca a esa edad. ¿Alguien cree que tiene sentido pagar 50.000 dólares de matrícula para hacer eso?

Autoridades de Singapur emiten mensajes a padres y maestros para que se preocupen por una educación más integral, en la que las notas en exámenes y particularmente las de Matemáticas y Ciencias no lo son todo en la vida, promover el arte, desarrollo personal, etc. pero la resistencia al cambio es muy fuerte. Es un típico caso en el que el éxito (definido por rankings de Matemáticas y Ciencias que solían ser valorados la década pasada) les juega en contra
20 de septiembre de 2016 El docente Mike Thiruman cuenta cómo construyó Singapur uno de los sistemas educativos más exitosos.