El Tiempo, Piura 23 05 2015

¿Cuál es el impacto de que según las encuestas en el Perú haya una percepción generalizada de que la policía es corrupta, que se siembran pruebas, se venden acusaciones fiscales y fallos judiciales, y que en general el poder económico, mediático o político inclinan la balanza de la injusticia?.

Lo que hace es inhabilitar al ciudadano común y corriente para poder distinguir entre quién es corrupto y quién no, quién merece la cárcel y la censura pública y quién no, quién ha hecho fortuna legalmente y quién apeló al crimen y a la ilegalidad. Dificulta saber si un caso mediático lo es por la novela que construyen los medios para aumentar su rating, o cobrar alguna venganza, o cumplir un encargo de un allegado interesado, o porque convienen a los intereses comerciales de los accionistas o sus allegados; o si es alimentado por el gobierno cual cortina de humo que distrae la atención de los verdaderos culpables o de la agenda temática más picante.

¿Qué queda? ¿Apelar solamente al chisme de corrillo que dice “se sabe que…” para juzgar a alguien? Cuando trabajaba como entrevistador en RPP innumerables invitados comentaban en “off” lo que otra gente también dice en los círculos empresariales y profesionales; que “se sabe que” los gobernantes del Perú son corruptos (según acusan sus opositores políticos), cuyos allegados son testaferros de los negocios que surgen de sus influencias. “Se sabe que…” hay empresas transnacionales son campeonas de las coimas para conseguir obras sobrevaluadas. “Se sabe que…” los fiscales y jueces tienen su corazoncito político y una susceptibilidad a ganarse ingresos extras en función de sus fallos. Además, dependiendo del estudio de abogados que se contrate las probabilidades de salir inocente (aun siendo culpable) aumentan notablemente.

En suma, la incapacidad de los ciudadanos de hacer apreciaciones correctas sobre los peruanos y en particular sobre aquellos por quienes hay que votar para ocupar casos públicos –lo cual marcará la calidad ética de nuestra democracia-, radica en la falta de credibilidad de la fiscalía y poder judicial. Por lo tanto, la más importante reforma educativa, política y ética del Perú radica en la depuración del sistema de justicia, de modo que las acusaciones fiscales y sentencias judiciales sean realmente confiables.

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Comisión de Ética: En cuatro años hubo 314 denuncias a congresistas Peru 21 Día 24 de mayo del 2015

Falseamiento de la hoja de vida, plagio de proyectos de ley, recorte de sueldos a empleados, incumplimiento del pago de beneficios sociales a una trabajadora del hogar y contratación de trabajadores en la planilla del Congreso para que laboren en su empresa privada son solo algunas de las denuncias que pesan contra distintos congresistas. Acusaciones que, vale decir, han sido una constante en el actual Congreso que, a la fecha, ha recibido 314 denuncias contra legisladores de diferentes tiendas, informó a Perú21 el ex titular de Ética, Humberto Lay. Solo 26 casos llegaron al Pleno y de estos 18 concluyeron en sanción efectiva, destacando el de Alejandro Yovera, quien registra dos suspensiones de 120 días cada una por distintas causales.

A lo largo de estos cuatro años, sin embargo, el principal escollo ha sido la falta de celeridad en la discusión de los informes. La experiencia más reciente es la del oficialista Jhon Reynaga, sobre quien pesaba un pedido de suspensión de 120 días por presunto conflicto de intereses, y cuyo caso tardó casi ocho meses en debatirse.

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