¿Qué se llevan a la tumba los fallecidos? (por León Trahtemberg)
Releo titulares elogiosos de fallecidos famosos en el año 2014 y encuentro nombres como Joe Cocker, Chavo del 8, Oscar de la Renta, la Duquesa de Alba, Robin Williams, Tito Vilanova, Mickey Rooney, Paco de Lucía, Gustavo Cerati… Entre los peruanos encuentro a Pedro Brescia, Oscar Avilés, Victoria y Rafael Santa Cruz, Carlos Oneto “Pantuflas”, Pepe Vásquez, Esmeralda Checa, Alberto Benavides de la Quintana.
Varios de ellos pasarán al olvido rápidamente o al cabo de algunos años, inclusive entre sus allegados más cercanos. Pocos son los que como Moisés, Jesús, Mahoma, Marx, Newton, Freud, Einstein, Beatles, o quizá San Martín, Bolívar, Grau, Bolognesi, Mariátegui o Haya de la Torre trascenderán al olvido generacional y tendrán una mayor permanencia en el recuerdo (usualmente idealizado) de la gente.

Inevitablemente surge la pregunta sobre el sentido que tiene nuestras vidas sabiendo que una vez fallecidos la gran mayoría será rápidamente olvidada. Quien recuerda quién inventó la mayoría de medicamentos y equipos médicos que salvan millones de vidas, las innovaciones en ingeniería que permiten construcciones civiles y maquinarias que alivian la vida de millones, los descubrimientos que permiten al hombre llegar a marte… Quién recuerda a la gente que ha tenido intervenciones decisivas para promover la paz, educación y libertad en múltiples poblaciones, en actuar para salvar animales de la extinción o reducir la contaminación ambiental, en promover la atención preferencial a la infancia… Sin embargo de no haber sido por estos olvidados el mundo sería un lugar más hostil y menos confortable para vivir, un escenario con más dolor, violencia y escasez…

La pregunta que nos deberíamos hacer es en qué cambió el mundo debido a nuestro paso por él; si el mundo con nosotros o sin nosotros sería el mismo, y eso nos dará una idea de qué sentido tiene nuestra vida en este mundo. Lo que nos llevaremos a la tumba es esa dosis de alegría o amor de las personas cuya vida hemos tocado, para quienes nuestra existencia resultó decisiva; esa porción de energía positiva suscitada en quienes hemos logrado inspirar, salvar, rescatar, apoyar, alentar, estimular, orientar, reconciliar, empoderar… esa sensación cordial de la gente que ha resuelto sus más cruciales problemas o reorientado su vida gracias a su interacción con nosotros…

En la medida que podamos sentir que la vida de otros mejoró en algo gracias a nuestro paso por este mundo, podremos sentir que nuestra vida tuvo sentido, y que sin ella los demás se hubieran privado de las posibilidades que nosotros les permitimos.

El privilegio que tenemos los educadores está en la capacidad de tocar la vida de los niños para abrirles infinitas oportunidades para su realización personal. Los empresarios y profesionales de otras áreas harían bien en preguntarse cómo es que cada uno podría tocar positivamente la vida de los demás.

Les deseo un feliz año 2015, con una agenda cargada de responsabilidad social y amor por los demás.

León Trahtemberg

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Algunos vídeos inspiradores
Sobre la trascendencia de las personas en una vida que es efímera (Robin Williams)
El Club de los Poetas Muertos: «Carpe Diem» (Aprovecha el momento)
Walt Whitman “Coged las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela, la misma flor que hoy admirais, mañana estará muerta” (todos un día moriremos, por eso “carpe diem” y trasciende)