Estamos cerca de recibir los resultados del PISA 2012 y aún se discuten las conclusiones derivadas de PISA 2009. Una publicación de la OECD se pregunta: entre los países más ricos con más de 20,000 dólares anuales de ingreso per cápita ¿es la mayor inversión por alumno la que explica los mejores logros de los países en las pruebas? (All that Money can’t buy, OECD EDUCATION TODAY, 16/02/2012).
La respuesta es NO. Por ejemplo, países que invierten más de 100,000 dólares acumulativos en niños entre los 6 y 15 años de edad, como Luxemburgo, Noruega, Suiza y EE.UU., muestran similares niveles de desempeño respecto a países que gastan menos de la mitad por alumno como Estonia, Hungría y Polonia. Mientras tanto, Nueva Zelanda, uno de los líderes de PISA, gasta menos que el promedio de la OECD por alumno entre esas edades.

Lo que marca la diferencia son dos factores cruciales: el nivel salarial de los maestros en relación a los salarios nacionales y las altas expectativas puestas sobre el desempeño de todos los alumnos (un verdadero “No Child Left Behind”). Veamos

En los países que destacan en lectura o matemáticas, como Corea del Sur o Finlandia, el salario de los maestros está entre los más altos de todos los empleos públicos, lo cual prestigia la carrera y permite atraer y seleccionar a excelentes candidatos para ser docentes. Por ejemplo en Corea del Sur y Hong Kong los profesores de secundaria ganan más que el doble que el PBI/cápita del país. Los países nórdicos tienen altas expectativas para todos los alumnos y no permiten que los que tengan algunas dificultades se queden rezagados. No los hacen repetir de grado, no los expulsan del colegio, no los agrupan según habilidades. Destinan un apoyo adicional para nivelar a los que se rezagan.

El Perú no puede replicar las características de contexto de sociedades como las de Finlandia, Nueva Zelanda, Canadá o Corea del Sur, pero sí puede aprender de ellos las estrategias para el éxito educativo para analizar cómo incorporarlas en los planes de desarrollo de la educación peruana

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#1 También hay fans de PISA. Es bueno leer de todo para formarse criterios propios.

Enderezando la torre de PISA, por Sergio Urzua. Sostiene que: «Sin entrar en los desafíos técnicos que implica examinar el punto, cabe recordar que la literatura ha documentado una asociación robusta entre PISA y el desempeño económico de los países (Hanushek y Woessmann, 2012), dimensión de incuestionable trascendencia. La lógica es simple: mejores sistemas educativos generan individuos mejor preparados para enfrentar el mercado laboral y, por lo tanto, en el mediano y largo plazo esto se debería traducir en un mayor crecimiento económico. De hecho, a la luz de dicha evidencia, es posible estimar que los avances del Perú en PISA ya habrían significado un aumento de casi 4% en el producto per cápita del país, no el actual, sino el del 2050. Es que los retornos económicos de hacer las cosas bien en educación toman tiempo, pero se acumulan y tarde o temprano se concretan.»

(LT: Mi opinión (obviamente diferente, para los que me siguen en FB) la publicará El Comercio el próximo miércoles. Dicho sea de paso si se lee a Martin Carnoy de Stanford y a Yong Zhao de Kansas se encontrarán sustentaciones distintas a las de los académicos citados en esta columna)

#2 También hay fans de PISA. Es bueno leer de todo para formarse criterios propios.

The Economist editorializa valorando PISA. Dice: Culture or policy? What the world can learn from the latest PISA test results

Sostiene que: «PISA has flaws. It is one of many standardised tests, and tests are not all there is to learning. But it matters. It is the most influential research report in education for good reason. It offers informed guidance on what policymakers should do to fix their school systems. Just as importantly, it tells them what not to do».

(LT: Mi opinión (obviamente diferente, para los que me siguen en FB) la publicará El Comercio el próximo miércoles. Dicho sea de paso si se lee a Martin Carnoy de Stanford y a Yong Zhao de Kansas se encontrarán sustentaciones distintas-opuestas a las de los otros académicos consultados por The Economist)

#3 También hay fans de PISA. Es bueno leer de todo para formarse criterios propios.

ANDRÉS OPPENHEIMER El desastre educativo de las Américas. Sostiene que: «En Singapur y Pekín, visité los institutos privados nocturnos que enseñan matemáticas, ciencias e inglés, y me sorprendió verlos repletos de estudiantes hasta altas horas de la noche. A las 9 de la noche, vi a estudiantes sentados en sus pupitres con los mismos uniformes escolares con los que habían salido de sus casas a las 6:30 de la mañana.

Lo que es más, sus padres y abuelos estaban sentados en la parte de atrás del aula, matando el tiempo leyendo revistas, para luego llevarlos a sus casas. Una parte considerable de la población de estos países tiene una cultura familiar de educación: los padres y los abuelos invierten gran parte de su tiempo y dinero en la educación de sus hijos»

(LT: Mi opinión (obviamente diferente, para los que me siguen en FB) la publicará El Comercio el próximo miércoles. En el caso de Oppenheimer coincido con las conclusiones pero no con su admiración a los resultados de PISA porque el retraso al que alude no requiere de PISA para reconocerse, ni requiere poner a PISA como el referente para reformular la educación de nuestros países, entre otras razones porque las habilidades del pasado no equivalen a las requeridas para el futuro, aunque en EE.UU. suele ser una convicción muy popular. Por lo demás no imagino que la familia y cultura latinoamericana pueda ni quiera reproducir el modelo de estudiante asiático que describe)