Un alumno perturba en clase, molesta a un compañero ó conversa con vecinos e interrumpe al profesor. En un colegio tradicional, se aplicaría el reglamento: “fuera de clase”, “anotado en la ficha”, “llamar a sus padres”, “suspendido”, “expulsado”. ¿Resolvieron el problema? No, el alumno perturbará en la clase siguiente, o se cuidará por miedo al castigo hasta que explote en otra clase más relajada, o en el recreo, o recién al atardecer con amigos o familiares fuera del horario escolar.

La pegunta básica es ¿porqué se portó mal? ¿alguno de los actores que intervinieron en el castigo del párrafo anterior pueden decirlo? Probablemente no, porque no les interesa saberlo, ni tampoco corregirlo. Solo evitarlo.

Enunciaré unas cuantas posibilidades: no tolera al profesor, no entiende lo que explica el profesor, está reaccionando por un compañero que lo fastidió, acaba de sacar una mala nota, sus padres se están divorciando, un compañero lo amenazó con pegarle en el recreo, tiene miedo del examen de la tarde, es hiperactivo, está enamorado y quiere llamar la atención, su abuelito se esta muriendo, está por nacer un hermanito, su familia va a migrar de país, su papá ha sido despedido de su trabajo, tiene que ir al médico por una enfermedad severa, ¿suficiente?

Reitero la pregunta: castigarlo sin más “por atenerse al reglamento” ¿lo ayuda en algo? ¿resuelve el problema que originó su trasgresión? ¿o afianzará quizá la idea de que el colegio es un recinto de autoridades sin afecto ni capacidad o motivación por entender y ayudar a los jóvenes?. Difícil querer una escuela así, por más que en el tríptico de propaganda escolar se mencione que hay un clima institucional amigable, educación personalizada, apoyo psicológico, etc.

Si se entiende que las transgresiones de los alumnos son producto de múltiples y diversas circunstancias propias del crecimiento del niño o joven, enseñarle a contenerlas, rectificarse o buscar otras formas de canalizar sus tensiones requiere previamente comprender las motivaciones de cada alumno. Eso sólo será posible si es que hay un trato individualizado para cada alumno, aunque eso tome más tiempo y exija más esfuerzo institucional.

Artículos afines:

Elisa Galvez (Directora de Nivel I del Colegio Áleph) nos invita a entender el concepto de disciplina y su relación con la identidad y autonomía de niño. https://www.facebook.com/colegioaleph/videos/1807559385928127/

NYT: Cómo establecer límites en una pandemia. Podría parecer extraño responder a una mala conducta con un gesto de apoyo o empatía, pero en este momento los niños necesitan mucha más compasión que nunca.

Consejo a las madres ansiosas

La hora del recreo: placentera o tortuosa

Decálogo de los errores más comunes que cometes a diario en la educación de tu hijo. Rossel Aparicio 10/02/2019

Los Talentos, la Innovación y la Disciplina

Indisciplina y falta de valores: nuevo enfoque y capacitaciones

Los Padres y la Nociva Sobreprotección

Desfiles Escolares Militarizados

El hartazgo de los Profesores y Directores

Docencia: Esto no es para mi

“Hay que recuperar la disciplina y la autoridad en la escuela” La exasesora en educación del Gobierno sueco Inger Enkvist se posiciona en contra de las nuevas metodologías educativas (LT: la pregunta es a qué le llama disciplina y a qué le llama aprender, dentro de una visión de una escuela orientada a la formación ciudadana)