Una reciente investigación de la Asociación Nacional de Educación de Estados Unidos (NEA) encontró que si bien los alumnos de NSE altos tienden a rendir mejor que los de NSE bajo en todo lugar y momento de su vida escolar, hay una notoria excepción. Se trata de aquellos alumnos de NSE bajo, en situación de riesgo inclusive, que han llevado intensamente cursos de arte, cuyo desempeño se coloca por encima de la media nacional.

El reporte de James Catterall de la UCLA titulado “The Arts and Achievement in At-Risk Youth” se refiere a adolescentes y adultos jóvenes del 25% inferior de la escala socioeconómica, la cual se mide según los ingresos familiares, nivel educativo y de empleo de los padres. (Arts Involvement Narrows Student Achievement Gap, Tom Jacobs, Miller-Mccune smart journalism, real solutions 29/03/2012).

Según el reporte, ese grupo tiene una serie de resultados positivos asociados a su dedicación intensa al arte. Inclusive quienes participaban en la banda y los bailes rendían más alto aún respecto al puntaje promedio en las pruebas de suficiencia de matemáticas. Culminada su vida escolar, ingresaban a universidades competitivas en porcentajes mayores que los que no llevaron los cursos de arte.

Los autores son cuidadosos de señalar que el estudio no establece una relación causa-efecto. Puede ocurrir que los factores que llevan a los alumnos a interesarse en el arte son los mismos que los llevan a destacar en otras áreas, pero por otro lado, es posible también que su involucramiento en el arte les provea de motivación y estímulo que producen un impacto también en sus estudios en otras áreas. Es un tema para seguirlo estudiando (aunque otros estudios sí han encontrado una correlación con causalidad).

El reporte se basa en datos de cuatro estudios diferentes de los años 1988, 1997, 1998 y 2002 en los cuales se monitoreó alumnos a lo largo de varios años, tres de los cuales inclusive llegaban hasta sus primeros años de adultez. (The National Educational Longitudinal Study of 1988; the Early Childhood Longitudinal Study Kindergarten Class of 1998-99; the Education Longitudinal Study of 2002; y the National Longitudinal Survey of Youth of 1997)

Los investigadores encontraron que 71% de estudiantes de NSE bajo muy involucrados en el arte ingresaron a un college (de al menos 2 años de estudios superiores); 39% culminaban una universidad de cuatro años, contra 48% y 17% de los que no llevaron cursos de arte respectivamente.

También hubo un efecto positivo en el nivel socioeconómico superior, (25% más alto) logrando 3.17 contra 2.97 en las pruebas de suficiencia GPA. En ese grupo 94% fue a la universidad de cuatro años contra 76% de los que no se dedicaron a cursos de arte. Siendo universitarios, el 55% sacaba notas “A” comparado con el 37% de los que no estudiaron arte.

Finalmente se encontró en todos los niveles socioeconómicos que en promedio, los alumnos que llevaban cursos de arte se volvían ciudadanos más activos y comprometidos con trabajos voluntarios y participantes como votantes y otras diversas formas de compromiso social.

La conclusión para los decisores políticos es bastante obvia. En las últimas décadas las presiones presupuestales se han focalizado en matemáticas y lectura opacando las artes en muchos colegios. Con ello se ha perdido la posibilidad que los alumnos se expresen mejor a sí mismos y que aquellos que no hayan brillado en las áreas verbales y numéricas clásicas pudieran hacerlo en el arte y allí tener la oportunidad de encontrarse a sí mismos.

Hay suficientes evidencias de que quienes han identificado sus capacidades y mayor inteligencia en el arte y han tenido la oportunidad de cultivarlas, han logrado mucho éxito en su vida personal y profesional, cuando menos equiparable al de aquellos que teniendo habilidades para las ciencias o humanidades las han cultivado como su mejor opción.

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Matt Goldman es internacionalmente conocido por ser uno de los tres integrantes, y cofundadores, de la compañía teatral neoyorquina ‘Blue Man Group’. A través de la iluminación, la percusión y las ‘performance’ innovadoras; los miembros de ‘Blue Men’ tratan con frecuencia temas culturales, satíricos y de crítica social. Preocupados por el devenir de la sociedad y la educación, en el año 2006 fundaron en Nueva York la escuela ‘Blue School’. Con una perspectiva innovadora, estos tres artistas emprendieron un proyecto de transformación educativa basado en la creatividad, la neurociencia, la docencia colaborativa y el protagonismo del alumno. La escuela ‘Blue School’ integra tres elementos fundamentales: el pensamiento creativo, la inteligencia propia y colectiva, y la ‘Teoría del dominio del aprendizaje’, del pedagogo estadounidense Benjamin S. Bloom”. Además, incorpora en su programa fundamentos educativos de otras corrientes pedagógicas, como la ‘Filosofía para niños’ de Mathew Lipman, la corriente ‘Reggio Emilia’ italiana y teorías educativas de vanguardia.

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