Hay una tendencia generalizada en los profesionales a avanzar en sus carreras académicas y profesionales haciendo capacitaciones y estudios complementarios de posgrado en temas que están dentro de su campo de especialidad. Asocian educación continuada con la híper-especialización. Eso tiene cierto sentido para los expertos que quieren profundizar en un área de investigación. Pero para muchos profesionales y especialmente administradores, gerentes y docentes, puede resultar mucho más productivo para ampliar sus horizontes mentales, estudiar o experimentar actividades en otras áreas que no sean las de su especialidad. Eso les permitiría quitarse los anteojos del sesgo profesional propio y ponerse los de otros, ampliando su visión del mundo.

 

Podría tener un efecto estimulante algunas de las experiencias siguientes:

 

1). Participar en talleres de creación literaria, científica, artística, danza, artesanía, manualidades, -en realidad no importa cuál-, lo que obliga al profesional a:

 

a) Hacer algo que no sabe hacer y sentirse obligado a aprender, sin la defensa que le da el hecho de ya conocer el tema o la actividad. Exige vencer las resistencias hacia lo desconocido, comportarse como un aprendiz.

 

b) Vivir la experiencia social de interactuar críticamente con otros, trabajar en equipo, en el cual pueda compararse y ver cómo otros logran más o logran menos que uno.

 

c) Vivir la experiencia de sentirse frustrado porque algo “no me sale”, o en cambio el placer de sentir que “me salió bien”.Descubrir la posibilidad de la valoración estética, la motivación hacia hacer cosas nuevas, la capacidad de crear y junto con ello lograr nuevas formas de diversión.

 

d) Descubrir un eventual hobby

 

2). Participar en talleres de desarrollo corporal-emocional, al estilo del circo-teatro “La Tarumba”, que motive a usar el cuerpo como herramienta de trabajo, expresión y aprendizaje.

 

3). También puede ser útil hacer actividades actorales que lo lleven a actuar para “ser el otro”, del tipo role-playing, sobre los temas familiares y sociales que afectan a los alumnos o los hijos.

 

En suma, es bueno aprender una diversidad de disciplinas que exijan entrar a mundos desconocidos, lo cual beneficiará tanto a cada cual como a las instituciones en las cuales trabajan.