En diciembre 1998 UNESCO presentó los resultados del Proyecto “Laboratorio de Medición de la Calidad en América Latina”. Este fue el primer esfuerzo por realizar un análisis comparativo sobre resultados de la educación básica entre los países de la región. Participaron Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Honduras, México, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela. Se aplicaron más de 54 mil pruebas de matemáticas y lenguaje en tercer y cuarto grado de todos estos países (sobre 18 millones en total) entre junio y noviembre de 1997. En forma paralela se administraron cuestionarios a alumnos, directores y tutores de esos mismos estudiantes. Los resultados mostraron que los mejores estudiantes en todos los ítems y niveles eran los de Cuba. Más atrás se ubicaban los estudiantes de Argentina, Brasil y Chile. Un poco más atrás Colombia, México y Paraguay. Sin embargo, las diferencias entre los países (excepto Cuba) eran relativamente pequeñas, siendo el 4to. grado siempre mejor que el 3er grado. Este estudio también ratifica que salvo Cuba, donde no hay educación privada, en el conjunto de países en general las escuelas privadas muestran mejores resultados que las públicas. Además, la secuencia de logros de mayor a menor es megaciudad-urbano-rural, excepto Chile, donde todos los resultados de las escuelas urbanas superan a las de megaciudad Santiago. Por su parte en Colombia las escuelas rurales resultaron ser mejores que las escuelas de ciudades de tamaño mediano (en 3ero. Lenguaje) y grandes (en 3ero. Matemáticas). Resultaba anecdótico que no figurasen en los resultados finales los datos de Costa Rica y Perú. En el primer caso porque pese a la reconocida calidad de su educación, el cambio de gobierno no permitió entregar a tiempo los resultados. En el caso peruano, según lo decía el mismo documento de UNESCO, porque el Ministerio de Educación del gobierno de Alberto Fujimori prohibió que los resultados peruanos fuera publicados, porque evidenciarían una contradicción entre la promesa gubernamental de tener la mejor educación de Latino América y la realidad que nos mostraba como coleros de la región. Este año 2008 ha sido diferente porque el Ministerio de Educación ha dado a conocer inmediatamente los resultados del Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo, realizado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación, con apoyo de OREALC. En Santiago de Chile se dieron a conocer los resultados del estudio que evaluó entre septiembre y diciembre del 2006 a 196.040 alumnos correspondientes a 3.065 colegios. Participaron 16 países de América Latina, además del estado mexicano de Nuevo León. Fueron evaluados en matemática y lectura de 3ro y 6to grado, y 10 de ellos también en ciencias en 6to grado. Si dividimos el desempeño de los alumnos de todos los países en función de la media regional, los que están arriba son Cuba, Chile, Costa Rica, México, Uruguay (y Nuevo León). En la media regional se ubican Argentina, Brasil y Colombia. Debajo de la media regional se ubican El Salvador, Perú y otros cinco países a los que Perú supera ligerísimamente en los promedios: Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Panamá y luego República Dominicana. En 1997 Perú era 11avo de 12. Ahora es 10mo de 16 pero, con excepción de Paraguay, (y Rep Dominicana) supera a 4 países muy débiles en educación que no participaron la vez pasada: Ecuador, Guatemala, Nicaragua y Panamá. Es decir, no hemos avanzado respecto a la comparación con quienes nos superaban en 1997. Así, en diez años no ha habido mejora. Lo más grave es que dentro de lo precario de nuestro desempeño, el Perú es el país que mayor distancia muestra entre el desempeño de alumnos en el sector urbano y el rural, lo que quiere decir que si nos focalizáramos solamente en los resultados del sector rural seríamos los últimos de América Latina. Eso quiere decir que no se logra aún inyectar capital cultural a los más pobres para salir de su pobreza con lo que se sigue alimentando la inequidad. El clima institucional acogedor y estimulante es el factor asociado asociado a los desempeños más decisivo en los colegios, (cerca del 50% del efecto), más decisivo aún que el nivel socioeconómico y cultural promedio de las familias. Es decir a igualdad de condiciones de vida de los alumnos, lo que se haga dentro de una escuela puede lograr desempeños muy superiores a los de otra. Si la educación de calidad con una escolaridad acumulada de al menos 12 grados es la escalera para salir de la pobreza, invertir en educación constituye la más poderosa política redistributiva en manos del estado. La agenda gubernamental aprista debería tener un norte que ya es impostergable: elevar los aprendizajes de los alumnos al nivel de los estándares regionales.